Estación del Ferrocarril Depietri: ¿qué pasó con la demolición y a quién sancionaron?
Pasaron dos semanas de la destrucción total de uno de los emblemáticos edificios y sorprende el silencio de diferentes actores. La realidad es que hasta el momento no existen acciones para evitar la continuidad de estos hechos y se desconocen actuaciones para dar con el responsable del daño al patrimonio histórico y sobre la penalización.
¿Qué pasó con el “crimen patrimonial” de la estación del Ferrocarril Económico Eduardo Depietri”? Pasaron más de dos semanas y todo se esfumó con el paso de los días, quedando en el olvido para muchos, pero lo que es peor, para quienes tienen responsabilidades por la preservación de estos inmuebles.
Hasta el momento no se conocen actuaciones, ni de un expediente que posibilite accionar contra quienes no respetaron la Ordenanza Nº 5.260, cuya finalidad fue crear el “Registro Municipal de Construcciones, Monumentos y Testimonios de Valor Histórico del Partido de San Pedro, destinado a contener el detalle pormenorizado de los mismos, a efectos de prever su conservación y puesta en valor, con fines culturales, artísticos y turísticos”.
La misma normativa también consigna “la colocación en lugar visible, de una breve síntesis de los valores históricos de las construcciones”, es decir, mojones que permitan ilustrar cuál fue la finalidad de su designación como un bien patrimonial histórico.
Las estaciones del Ferrocarril Depietri acompañaron el proyecto extraordinario de contar con una traza que desafiaba a la red británica que se esparcía por el país. El propósito del empresario uruguayo, que recaló en nuestra ciudad, fue obtener el cereal que producían los chacareros del noroeste de la provincia y comercializarlos por el puerto de San Pedro que él mismo creó.

Todo ocurrió casi una centuria atrás, cuyo proyecto fue uno de los grandes emprendimientos de la época por su criterio, inversión y lo que representaba romper la hegemonía de los ingleses.
De ahí que, hace tres años atrás, a esta ordenanza se le incorporó todo lo concerniente a las edificaciones que dejó la propuesta de Depietri. Y la estación del kilómetro 22, sobre la Ruta 191, fue uno de estos mojones.
¿Qué sanción le correspondería a quien la demolió? Si fuese por la ordenanza, ninguna. La misma no establece sanciones para quienes provoquen un daño semejante al patrimonio cultura e histórico.
Desde entonces, ¿hubo alguna modificación a la norma que permita asegurar la preservación de estos edificios y una sanción ejemplar para quien cometa un deterioro irracional como el ocurrido? Ninguna.
¿Hubo algún accionar desde el Departamento Ejecutivo Municipal para sancionar al autor-responsable del daño? Ninguna.
¿Y alguna actitud para evitar que esto se repita? Asomó una convocatoria del bloque de concejales de la UCR para que se cite a la Comisión de Patrimonio. Hasta el momento no ocurrió.
Con este criterio, quienes “tienen las mayores responsabilidades sobre la ejecución y creación de las pautas de convivencia en nuestro distrito” denotan estar inmersos en el desinterés por estas maniobras.
Solo pensar el momento que se atraviesa con los proyectos de remodelación de dos edificios emblemáticos de la ciudad, podría decirse que, en caso de nivelar las posturas, no habría una mayor propensión en la preservación del patrimonio o un tratamiento respetuoso de estos espacios.
Solo la Ley Provincial Nº 10.419 refiere al patrimonio cultural y fija sanciones por destrucción. “Serán penadas con multa regulable entre 10 y 50 sueldos mínimos de la administración pública”, establece. Pero, ¿existe la adhesión a la misma de parte del Concejo Deliberante? No.
Por lo tanto, nada hace prever que esta insensatez tenga el castigo esperado. La inacción ante las reiteradas violaciones de nuestro patrimonio histórico provoca preocupación. Si, como se vislumbra, poco o nada se hará para remediar esta situación, solo queda esperar que algún concejal o funcionario del Departamento Ejecutivo tome la iniciativa para emprender las “correcciones necesarias” en los textos que frenan estas atrocidades.
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