Estafa telefónica: una más donde los delincuentes utilizan la figura de la Coopser
Productores del distrito son llamados engañosamente por supuestos cortes del suministro eléctrico en sus campos. Le argumentan que deben realizar un mantenimiento en las líneas, y que existe un determinado horario para cumplir con el trabajo. Si el dueño del predio está de acuerdo, le envían un código por WhatsApp, que deben reenviar. Y allí es cuando se consume la entrega de datos para concretar la estafa.
“Escúcheme Nicolás. Se va a cansar de mandarme el código porque yo sé que usted me quiere estafar”, fue la frase final de otro productor sampedrino que recibió el llamado de un individuo, que dijo representar a la Coopser.
Miguel es un hombre de campo que días pasados recibió un llamado a su celular de alguien que le avisaba sobre un corte de luz que había sido programado para un sector rural. Esto debía producirse en horas de la tarde y en la mañana del día siguiente.
La modalidad se reitera y pese a que se conoce, más en el ámbito productivo, los delincuentes insisten. Pero no eligen al azar. Saben datos y, principalmente, teléfonos celulares para concretar el ilícito.
—No avisaron nada. No recibí ningún mensaje vía Gmail —dijo Miguel cuanto fue anoticiado.
—Le digo los horarios. ¿Tenés para tomar nota? —insistió el sujeto de la finalidad maliciosa, que argumentó tener una planilla donde figuraba un corte energético entre las 13 y las 18, y de 8 a 13 del día posterior.
—No sabíamos nada —expresó Miguel. —¿Cómo me dijo que era su nombre? —agregó.
—Nicolás González —le contestó quien evitó dar más explicaciones e inmediatamente encauzó la conversación hacia su propósito: concretar la estafa.
El supuesto González aclaró que el corte no estaba relacionado con la falta de pago, sino con una reforma y el mantenimiento de la red.
—No entiendo qué tengo que hacer, jefe —preguntó Miguel.
—La empresa te brinda la posibilidad de cancelar y reprogramar los horarios al no tratarse de falta de pago. No queremos que sea en un horario que te dificulte. ¿Cancelamos y reprogramamos un nuevo horario?
—No pasa nada. Hagan lo que tengan que hacer. Está correcto.
—Buenísimo. Para poder gestionar decime qué sos del lugar, ¿titular o encargado?
—Esto no es mío, pero a mí me llega la boleta.
—Decime un número de celular que vos tengas a mano para poder gestionar el corte y mandarte los números de confirmación de hoy y de mañana, así lo dejo registrado y te dejo con tu día laboral.
—El número es 56-9X-9X.
—Bien. Aguardame que te voy a mandar los números de confirmación.
—Pero, yo no tengo ese número acá, encima. Tengo el que usted me está llamando.
—Y vos podés recibir por WhatsApp al que te estoy llamando.
—Ah, sí. Si me manda, sí.
—Buenísimo entonces. Aguardarme por favor…
—Escúcheme, ¿cómo era su nombre?
—Nicolás González.
—Escúcheme, Nicolás. Se va a cansar de mandarme el código, porque yo sé que usted me quiere estafar, sé que me quiere hackear el WhatsApp, porque ya me hicieron esta joda. Y le aviso que no voy a caer. Jodan a otro, porque la CoopSer no avisa para hacer los cortes.
Y allí la estafa murió en el intento, una más donde se utiliza el nombre de la cooperativa eléctrica.
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