Esta vez compró cerca de diez mil pesos en una pañalera. La comparación de fotos y videos de los comerciantes estafados durante las últimas semanas parecen vincular al mismo sujeto. No hay denuncias radicadas en sede judicial pero el perjuicio crece y la modalidad requiere de alertas.

La semana pasada un comerciante dedicado al rubro minimercado supuso que quien había concretado una generosa compra cerca del mediodía de un domingo no ofrecía garantía alguna, no era cliente conocido y fue por ello que decidió en el momento de cobrarle decirle que deje la mercadería. Cuando envió a La Opinión la imagen que su cámara de seguridad registró, era muy similar a la que se vio en los videos de otros titulares de comercios.

Una casa de deportes, una panadería, una despensa, una pollería y una carnicería, entre los reportados fueron víctimas de estafas por distintos montos.

Ahora le tocó a una joven pareja dueña de una pañalera. Cuando corroboraron fotos y videos con los que tiene este medio, certificaron la similitud tanto en contextura física como en el rostro y comenzaron a buscar su verdadera identidad.

Este lunes, en Radio Cuarentena, Augusto relató lo que vivieron el sábado por la tarde entusiasmados por quien dijo ser un futuro papá que necesitaba varios productos para el bebé que iba a llegar y sumó unos diez mil pesos a su pretensión de pagar con una billetera virtual del Banco de la Nación.

“Puede ser que sea la misma persona, pero usó otro método. Él me dijo de una aplicación donde tenía como un plazo fijo con BNA+ y que para que no nos acrediten a nosotros los impuestos que te cobra la aplicación, que él los sacaba de un plazo fijo y esa comisión se la reintegraban a él y a nosotros no nos iba a afectar”, contó el responsable del local

“Así que nos hizo la supuesta transferencia, nosotros le hicimos el comprobante de pago para después facturarlo y caímos como los mejores, porque nos olvidamos de pedirle el documento para acreditar la identidad, pero el chabón fue tan chamuyero que no desconfiamos de él”, admitió el dueño del negocio. 

“Nos vino con el cuento de que iba a ser papá, así que nos compró un montón de cosas: el set de nacimiento y todas esas cositas, un poco de todo. Nosotros nos quedamos contentos porque fue una buena venta. Somos chicos jóvenes, así que nunca nos pasó algo parecido”, indicó antes de anunciar que intentará radicar una denuncia para poner en alerta a otros comerciantes sobre las nuevas modalidades de quien parece ser el mismo sujeto.     

Augusto y su pareja están seguros de que los datos que han podido rastrear los van a llevar a la identificación, mientras tanto conviene recordar que hasta que no se refleja en la cuenta del comerciante el pago, es mejor retener al cliente.