Exitoso festival de Doma y Folklore
Más de tres mil personas vivieron la séptima edición en el Estadio Municipal. Unos 45 jinetes de todo el país hicieron sus demostraciones. Eduardo Díscoli abrió el desfile después de su gran hazaña de recorrer el mundo a caballo. “Monchito” Merlo y el Chacarero Cantor animaron el festival.
Cuando el evento dio su puntapié inicial en el año 2003, entre los objetivos de sus organizadores estaba lograr consagrar las jineteadas como una de las más importantes del país. Misión cumplida! ya que debido a la participación de destacados montadores, San Pedro está consagrado junto a Bragado y San Antonio de Areco en la provincia de Buenos Aires.
El festival se dividió en dos jornadas, el día sábado poco antes de las 22, comenzó con el desfile de los tropilleros, la gente de trabajo y de la comisión, y encabezado por Eduardo Díscoli, el jinete santalucense reconocido a nivel mundial tras realizar una travesía por todo los continentes uniendo los países a caballo. Luego de entonar el Himno Nacional Argentino, el Intendente Municipal Pablo Guacone pronunció el discurso de apertura donde destacó el compromiso sampedrino por sostener esta fiesta a lo largo de los años.
Sobre el campo de juego los palenques y los jinetes captaban la atención de quienes desde la tribuna aplaudían y exclamaban ante las caídas y las buenas jineteadas. Por todas partes el olor inconfundible de los choripanes tan característicos como los facones y detrás del escenario una importante cantidad de autoridades municipales observaban y mantenían diferentes conversaciones. Fuera de la cancha se instaló una feria con ropa y accesorios tradicionales a un muy accesible precio.
Por el verde escenario, durante la primera jornada pasaron La ceniza de Zaluzo con Tony Arce, El norteño de Aldazábal con Sebastián Cugat, El Croto de Rapa con Ricardo Pucheta, El Zorzal de Cugat con Orlando Orozco y el cierre que puso el baile en escena de “Monchito” Merlo. Promediando la noche, se realizó una entrega de menciones, Fernando Bravo fue distinguido con una placa y el Cencerro de Oro por la difusión de las actividades culturales de San Pedro.
En tanto el Domingo, con la animación del Indio Pampa, la presentación de la sampedrina Marita Carabajal, que regresó después de 9 años a su ciudad para cantar parte de su primer disco, al bajar del escenario dijo: “Me alegra mucho poder estar acá, es una hermosa fiesta con un gran sonido y una muy buena organización”. Para cerrar la brillante velada, el Chacarero Cantor presentó un show envidiable que concluyó recitando un poema. El artista recibió un particular regalo: un peludo.
Al hablar con La Opinión aseguró estar feliz de participar nuevamente, respecto a la pregunta de por que tantos jóvenes lo seguían aún sin tanta prensa dijo: “Es cierto, me llama la atención cuando canto en Capital y los rockeros repiten mis versos, es un placer poder cantar para los jóvenes y que se sientan parte de lo que digo”.
La calidad de los artistas es indudable, pero quizá la ausencia de cantantes populares de masiva convocatoria hizo que este año el número de gente fuera menor al del año anterior. En conclusión, el festival de Doma y Folclore dejó atrás su séptima edición y sin dudas se aferra a sus objetivos, erigiéndose como uno de los espectáculos criollos más importantes del país.