¡Un siglo, 100 años! Sos la historia viva de un pueblo trabajador; has sido testigo de acontecimientos sociales del lugar y por eso hay festejos en Villa Leandra.
Te soñaron para los niños de aquel entonces y viste el progreso del campo…
Te despertaron los soles ardientes que maduraban las cosechas, los ruidos de voces y el paso de los vehículos que pasaban rumbo al río…
Te acunaron los vientos de la incertidumbre de la economía… y siempre estaban ahí.
La noche te sorprendía con el desarraigo de las familias que buscaban otros horizontes… y pocos alumnos quedaron ahí.
Villa Leandra fue despoblándose pero la magia de tus paredes, de los duendes que te hacen única, nos dicen que estás firme, esperanzada, que seguís siendo la escuela rural que muchos padres eligen para sus hijos, tal como hace mucho lo hicieron los colonos del lugar.
El paso del tiempo te dio prestigio y se oyen las voces de niños, docentes y padres que siguen diciendo: ¡Qué suerte que estas ahí!
Adela Susana Corvalán, Exdirectora.
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