Ferias americanas o moda circular: ingenio ahorrativo o elección personal
Cuando el bolsillo aprieta hay que “aprender a ser pobres” o encontrar alternativas que se adapten y contribuyan a la economía circular. Visitamos "Alma" y "Ferianda".
Vestirse y vestir a la familia siempre ha sido un gasto importante o una inversión necesaria y existen diversas teorías sobre el destino que se le da a una prenda que ya no nos gusta o nos queda chica.
Una opción es entregarla a otra persona que la necesite, la segunda es darle otra oportunidad de uso transformándola en otra prenda y la tercera es ingresarla en la moda circular mediante una feria americana.
San Pedro cuenta con varias opciones y todas ofrecen diversidad de indumentaria y calzado para todos los integrantes de la familia.
Si bien la “Moda Circular” siempre ha existido, en los últimos tiempos ha cobrado notoriedad.
Desde la época de nuestras abuelas y en todas las familias alguien recibió un pantalón, camisa buzo, remera o guardapolvo heredado de los más grandes.
A veces por necesidad y otras por elección y cariño a determinada prenda, todos conservamos “esa” que preferimos por su color, calidad o confección.
Siempre han existido las Ferias Americanas donde muchos se acercan a buscar precios y prendas en buen estado y otros lo toman como un estilo de vida en defensa de su economía y del medio ambiente.
Quienes deciden abrir las puertas de un living, un garage o un local para la reventa de ropa y calzado usados siente profundo respeto por cada artículo que pone a la venta y refleja su responsabilidad como comerciante al darle una nueva oportunidad a cada prenda porque al recibirla su trabajo la transforma.
Hay que coser, remendar, pegar botones, cambiar algún cierre, lavar, planchar y perfumar para recién poner en exhibición e intentar que la ropa se vaya con quien la elija.
Para muchos, no se trata solamente de “un dinero extra” se convierte en un modo de vida y hasta en una acción de solidaridad con las personas que necesitan comprar a precios muy convenientes.
Macarena es la dueña de la feria “Alma” hace 8 años puso un par de cajas y un perchero en la puerta de su casa y ahí comenzó todo.
Cansada de entregar ropa en condiciones y ver que después era ofrecida a la venta en redes sociales, consideró que era mejor darle una oportunidad a quienes hicieran un pequeño sacrificio para obtenerla y le puso un precio mínimo y destinar lo recaudado a cubrir las necesidades de la familia.
Su feria cambiaba de barrio a medida que se mudaba de casa y la clientela la seguía. En unos meses, después de un tiempo cerrada, volverá para quedarse de manera fija en Ruiz Moreno al 700.
“Alma” tiene de todo, para grandes y chicos, talles especiales, calzado y hasta ropa de fiesta, pasando por camperas y jeans perfectamente limpios, acondicionados, perfumados y la mayoría de marcas reconocidas.
Macarena define a su emprendimiento como “solidario” porque el precio de cada prenda no supera la mitad del valor de un artículo nuevo. Cuando las prendas van quedando por un tiempo en la tienda Macarena arma una caja y pone la ropa a disposición de quien la necesite de manera gratuita.
Si alguien entrega dinero a cambio, su destino es una ONG. Siempre hay ofertas y abre los sábados de 9 a 14 Hs. en Caseros 570
Periódicamente realiza vivos en facebook como Angélica Lamas y hace reservas y envíos. Actualmente tiene combos en liquidación a $ 300 y $ 500 y “Alma” siempre tiene las puertas abiertas para quienes necesiten una prenda sin necesidad de abonarla. Los clientes que llegan al local reciben un rico mate bien cebado.

Lucrecia es empleada, madre, ama de casa, artesana, cocinera vegana y muy emprendedora y decidió armar en su casa un rincón para su “Ferianda” una oportunidad de reciclar prendas que alguien no usa y que otra persona la aproveche a buen precio.
Su “Ferianda” funciona en San Lorenzo al 500 todos los días a partir de las 15.00. La idea de Lucrecia es darle una nueva oportunidad a las prendas que llegan a su feria y que cubra las necesidades de otra persona, ya sea porque no llega a comprar una nueva o porque la recirculación de prendas forma parte de su forma de vida.
Muchos de los que llegan a las ferias no lo hacen por sus buenos precios, sino porque prefieren elegir entre las prendas que allí se ofrecen y donde a veces hay verdaderos hallazgos de moda, tesoros esperando a la persona indicada para lucirlos.

Aunque ya muchas de las ferias americanas o de moda circular que funcionan en distintos barrios de San Pedro tienen su historia en el mercado local, se han sumado los roperos solidarios en distintos barrios de la ciudad, donde se admiten donaciones de prendas que luego se exponen para que las familias que las necesiten las retiren sin costo alguno.
Como recurso económico o como forma de vida, siempre es bueno para el cuidado del medio ambiente dar una nueva oportunidad a una prenda.
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