Guillermo “el Bebe” Farabollini tendrá una calle con su nombre
El primer intendente desde el regreso de la democracia le dará nombre a una calle o espacio por iniciativa del Frente de Todos. Fue la Unión Cívica Radical la que lo invitó a incursionar en política. La tapa de La Opinión de noviembre de 1992, lo dice todo.
“Yo creo que San Pedro le debe una calle con su nombre a mi padre: Guillermo Farabollini (Bebe)”, así comienza la publicación que Verónica caratuló como muy espontánea. Hija del reconocido creador y director del Coro Polifónico, quien además fue el primer intendente de la vuelta de la democracia, logró que su pedido llegue al bloque de concejales del Frente de Todos, quienes lo presentaron como proyecto y ya está en marcha.
Luego de que Verónica redactara el posteo en la reconocida página de Facebook “Amigos del Patrimonio Cultural de San Pedro”, La Opinión se contactó con ella para preguntarle por qué creía que su padre merecía tener una calle con su nombre y en su relato dijo: “Realmente siempre lo sentí a eso. Tenía su fundamento para tener una calle con su nombre en cuanto a todo lo que el amó e hizo por San Pedro”.
“Fara” como su hija le decía, tenía muchas facetas. En la parte cultural, creó y dirigió en el año 1959 el primer Coro Polifónico, quien logró que San Pedro cruce las fronteras con su voz y que 61 años después, la agrupación siga cantando.
Ferviente admirador de Alfonsín, aceptó el pedido de la Unión Cívica Radical para ser candidato a intendente. Su nombre y su trayectoria podrían acarrear lo que en aquel momento representaba una difícil victoria. Muchas intrigas de las internas de su propio partido, la toma del municipio en defensa de la plataforma electoral que obligaba a los concejales de ese partido a trabajar por un peso simbólico, revisar el funcionamiento de la administración pública y comprender que mschas de sus acciones se veían limitadas por procedimientos que jamás quiso aceptar debilitaron su salud. Su mandato duró tres años, un período que parece insuficiente para las múltiples iniciativas que impulsó.
Su pasión por las sociedades de fomento como célula madre de la organización social, las cooperativas de autoconstrucción o la coordinación de los fabricantes de escobas para pelear los precios y lograr que los camiones regresen con otras cargas a la ciudad para optimizar las ganancias, la creación de centros de salud que junto al Dr. Juan José Sánchez sirvieron para demostrar de qué modo la prevención y atención primaria de cercanía mitiga la carga en la salud pública y mucho antes de ser intendente, la puja para que la incipiente Arcos de Arroyito comprara en la ciudad la fábrica Padilla y un poco más tarde con su subsidiaria Intalar todos los terrenos costeros linderos a la estación que soñó Eduardo Depietri para dinamizar el puerto.
A “Fara” no le gustaba pensar a corto plazo y por ello, el ex balneario con Actur, la planificación de la forestación y consolidación de lo que hoy conocemos como Paseo Público, el elevador de granos del puerto y la pelea con San Nicolás por las cargas de los “bolseros”, la contratación de asesores para dotar a la ciudad de planificación urbana con la San Pedro 2000 constituyeron entre otras acciones su legado principal a generaciones que luego no supieron ver en sus emprendimientos la posibilidad de aprender a gestionar de manera eficiente y por sobre todo honesta, los recursos del estado local.

Los que tuvieron la suerte de conocerlo, saben que las miserias de la política le disgustaban y no le gustaba pisar ese barro. Su primer traspié fue una sublevación de concejales que casi lo lleva a la destitución por una cuestión administrativa menor. Una especie de “golpe” creado desde el espacio que había golpeado la puerta de su casa para competir con el líder del Partido Justicialista, Weyles Lucchesi, al que le ganó por amplio margen y con quien se abrazó en las puertas del comité de Ayacucho 39, cuando el tapicero se cruzó a felicitarlo en una noche en la que el pueblo entero festejaba el regreso a las urnas.
Tres días nada más de la publicación, la concejala por el Frente de Todos María Florencia Sánchez, se comunicó con Verónica para transmitirle su interés por escucharla y la convocaron para formar parte de una de sus reuniones: “Se hicieron eco desde este pedido que por suerte llegó a sus oídos y bueno, realmente se interesaron mucho, porque si bien son jóvenes, también tenían en el inconsciente colectivo digamos, como que quedó el nombre de mi viejo”, destacó la hija de Farabollini.
Este viernes, la concejala habló en #RadioCuarentena y contó qué sucedió después de la charla que tuvieron con Verónica: “Le pedimos que nos trajera fechas y acciones concretas, nos acercó algunos acontecimientos, el tema del coro, él fue una persona que impulsó tanto la actividad cultural, con su directora de Cultura, Susana Oroz, que es la presidenta de la Biblioteca Popular”.
Si bien la afinidad de este partido es el peronismo, Sánchez reconoció que fue el primer intendente de la democracia, que trajo ideas innovadoras y que por eso, “merece el reconocimiento”.
“Fuimos a catastro para ver qué calle, qué espacio público está disponible, porque fue muy importante por su actividad política, cultural, productiva, del emprendedurismo y el cooperativismo”
Guillermo “Bebe” Farabollini falleció el 1 de noviembre de 1992 y sus restos fueron velados en el Salón Dorado de la Municipalidad. El coro lo acompañó cantando Va, pensiero, el gran pasaje de Nabucco, la obra de Verdi.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión