Guillermo, el buscador de metales sampedrino que recupera objetos antiguos
El sampedrino recorre toda la zona en busca de objetos metálicos. Practicando “lo que más le gusta” recuperó una pulsera que fue entregada a su dueño veinte años después y hasta una moneda intacta del año 1941
En septiembre de 2021 Guillermo Mastroianni descubrió su pasión por rastrear y recuperar objetos metálicos que, con el transcurso del tiempo, han quedado bajo tierra.
Equipado con un detector especialmente fabricado para esta actividad, salir en busca de pequeños objetos en diferentes zonas del partido se fue convirtiendo en su hobby, un pasatiempo que lo salva del estrés cotidiano que provoca el trabajo y las obligaciones.
Tras varios hallazgos entre los que se encuentran planchas de uso doméstico que fueron restauradas, objetos de hierro, plomo u otros metales de utilización cotidiana en casas que han sido demolidas, en pleno campo o en aquellos sitios donde esté permitido y siempre con la autorización de los propietarios o responsables, Guillermo munido con su equipo detector, celular, cámara y todo lo que le permita tomar registro de su tarea, encara el terreno y clava la pala ante la alarma.
Entre sus hallazgos más notables se encuentra una pulsera identificatoria de un jóven alérgico a la penicilina que la extravió durante un pic nic del Día de la Primavera allá por el 2000 o 2001 en el predio del Aeroclub. El objeto recuperado tenía grabado el nombre y la dirección de su propietario y fue restituida a su dueño veinte años después.
Entre las anécdotas que relata Guillermo Mastroianni a La Opinión también se encuentra el hallazgo de la patente de un carro del año 1940, pesas de bronce de antiguas balanzas, monedas de todo valor y hasta una medalla de 1903, correspondiente a la inauguración del Monumento a Fray Cayetano Rodriguez que fue donada al Museo Histórico Regional.
Uno de los lugares preferidos por Guillermo para realizar su tarea de detección de metales es el Aeroclub y allí fue donde, equipo mediante, encontró una moneda acuñada en el año 1941 en perfecto estado de conservación. Inspirado por el resultado de su trabajo, quiso conocer aún más sobre la posibilidad de las circunstancias en las que esa moneda habría caído al terreno y su incursión en el blog histórico del vecino Fernando Chiodini, lo llevó a la evacuación de su intriga: en febrero de 1941 el Aeroclub San Pedro había sido sede de un festival aéreo con interesante concurrencia de público. Esta coincidencia lleva a la conclusión que algún asistente al evento haya querido guardar el dinero en algún bolsillo o monedero y no llegó a destino.
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Mastroianni ha participado en varias oportunidades en la tarea del Grupo Conservacionista de Fósiles durante las excavaciones para el hallazgo de los túneles franciscanos, logrando recuperar varios objetos que fueron restaurados y entregados al patrimonio de la ciudad.
Como registro de su trabajo creó su propio canal de YouTube “Detección y Aventuras” donde comparte videos de sus hallazgos.
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