Habló la enfermera acusada de romper una exclusión perimetral “en una ambulancia” y dijo que “solo pasaba por ahí”
Una denuncia radicada en la Comisaría de la Mujer y la Familia señalaba que una persona rompió la exclusión perimetral vigente para con su expareja y que lo hizo a bordo de una ambulancia del sistema público de salud, puesto que trabaja en esa área municipal. La acusada dio su versión, contó que es víctima de violencia de género y aseguró que no es cierto que fue a dejarle una perra a su ex sino que sólo "pasaba por ahí".
Una mujer que se desempeña como enfermera en el sistema público de Salud local fue denunciada en la Justicia por su expareja, con quien mantiene un conflicto en el que hay episodios de violencia de género, por haber roto la exclusión perimetral vigente que rige entre ambos y hacerlo a bordo de “una ambulancia” municipal.
La enfermera dio su versión de los hechos y aseguró que lo que denunció su expareja, un efectivo policial que se desempeña en la Policía Científica en Campana, no ocurrió como él lo relató en la Comisaría de la Mujer y la Familia sino que ella sólo “pasaba por ahí” en la ambulancia como parte de su trabajo.
Susana Ortiz, una reconocida profesional que se desempeña como enfermera municipal y que cumple funciones actualmente en distintos centros de salud, aunque también había estado a cargo del sector de internación COVID-19 en Andar, decidió exponer públicamente su situación porque, aseguró, es víctima de violencia de género desde hace mucho tiempo por parte del policía.
“Yo callé durante muchos años, pero ahora decidí hablar”, señaló. “Mi problema empezó hace 7 meses cuando me separo de mi pareja actual, el papá de mi hija que tiene 6 años”, relató la enfermera, que aseguró que su pareja la golpeó en varias oportunidades, incluso frente a la hija que tienen en común.
“Él me hizo una denuncia como que yo lo agredía, pero no es así. Yo lo denuncio, busco una abogada porque andaba por todos lados por la nena, denuncio todo esto y ahí arranca el problema, cuando sintió que estaba denunciado, porque trabaja en la Policía”, contó Ortiz.
“Yo sufrí agresiones muchas veces, que sirva lo que estoy diciendo hoy, porque yo sé cómo termina esto”, advirtió la enferemra.
Sobre el episodio denunciado el miércoles, Susana Ortiz dijo: “Iba en la ambulancia y pasé por la dirección donde él vive. Se ve que estaba en la vereda, me vio y me empezó a gritar cosas y le sacó una foto de atrás de la ambulancia. Yo vi que estaba en el medio de la calle y sacó una foto pero nunca me imaginé esto”, sostuvo.
El policía denunció que él estaba en esa vivienda donde convive con su nueva pareja cuando escuchó ruidos en la reja de calle y se acercó. Allí, expuso, vio a su expareja que había atado una perra que era de ambos y a la ambulancia con un chofer que supo tener responsabilidades políticas en el área de Tránsito. En ese momento, dejó asentado en la Justicia, comenzaron los insultos y las amenazas.
Vecinos de la zona confirmaron a La Opinión que la ambulancia paró en la puerta de la casa en cuestión y que de su interior bajaron dos personas, un hombre y una mujer, tras lo que “se escuchó un griterío bárbaro”.
En su relato sobre lo ocurrido, la enfermera señaló que el conflicto con su expareja “se agudizó porque le llegó la notificación” de que “tiene que pasar una cuota alimentaria” a la hija que tienen en común.
“Yo voy a demostrar esto, porque no es lo que dice”, aseguró. “Está bárbaro porque es un vehículo público, porque nombra a gente, pero personas que salen a laburar todos los días, estoy cansada ya”, se quejó.
“Tuve que solicitar una perimetral porque se presentaba en todos los lugares donde yo trabajo. En una ocasión me sacó del vacunatorio donde yo estaba, bajo amenazas, y ese día me defendió la policía. Fue a mi lugar de trabajo, me buscó adentro y como yo sabía que iba a pasar lo esperé en la vereda”, relató la enfermera.
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