Hidratación y balance: las claves para el buen desempeño docente
La alimentación y la hidratación juegan un papel clave en el desempeño de los docentes. Desde la energía necesaria para afrontar largas jornadas hasta la importancia de evitar la deshidratación, mantener una nutrición equilibrada puede marcar la diferencia en la salud y el rendimiento en el aula. La columna del nutricionista Juan Pablo Corleto.
El desgaste energético en la labor docente
Como cualquier persona, los docentes necesitan cubrir sus requerimientos energéticos y nutritivos para mantener un buen estado de salud, pero su labor diaria implica un gasto energético particular que, aunque no sea comparable con la actividad física intensa, está presente. Desde caminar por los pasillos y subir escaleras hasta mantenerse en constante movimiento y concentración durante las clases, una alimentación adecuada puede marcar la diferencia en el rendimiento laboral.
La importancia de la hidratación
Durante la jornada, el docente se mantiene activo: de pie, escribiendo, hablando y, sobre todo, con la mente despierta. En este proceso, la pérdida de agua a través de la respiración y el habla es constante, lo que hace fundamental la ingesta de líquidos. La deshidratación puede manifestarse con síntomas como dolor de cabeza, afectando la concentración y el bienestar general.
Aliados para la energía y la concentración
El café o el mate pueden ser buenos aliados para mantener el estado de alerta, especialmente en jornadas largas. Asimismo, incorporar una fruta o algún alimento de rápida absorción entre clase y clase puede optimizar el desempeño y evitar la fatiga.
Un plan nutricional adaptado al estilo de vida
En cuanto a la alimentación a lo largo del día, esta debe adaptarse al estilo de vida de cada persona. No existe una única fórmula que funcione para todos, ya que las necesidades varían según la actividad diaria y otros factores. Además, se recomienda complementar la alimentación con al menos tres sesiones de actividad física vigorosa durante la semana laboral, lo que contribuye a un mejor estado de salud y mayor rendimiento en el aula.
Personalización y equilibrio: la clave del bienestar
Cada docente, al igual que cualquier profesional, debe encontrar un plan nutricional que se adapte a sus necesidades particulares. La clave está en la personalización, en el equilibrio y en la conciencia de que una buena alimentación impacta directamente en la calidad de vida y en el desempeño laboral.
Nutricionista Juan Pablo Corleto → WhatsApp
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