Historias de “la china”: dos relatos de familias que no vieron un peso y perdieron sus ahorros en Rainbowex
Fueron estafadas por Rainbowex, contaron cómo llegaron a invertir y cómo se quedaron sin sus ahorros. Dos víctimas, una docente y otro empleado de una estacion de servicio. No hay denuncia.
Con treinta y pico recién cumplidos, trabajando duro desde los 15 años en “cuanta oportunidad saliera”, cumpliendo a rajatabla en su trabajo de empleado de una estación de servicio y con aspiraciones a construir “arriba de la casa de los viejos” porque para un terreno no le alcanzó, Francisco se dejó tentar por un amigo que mostrándole un fajo de billetes le contó que ahora podía progresar por “La China”.
Entusiasmado y alentado por su amor a las motos había invertido todos su ahorros en una de colección que tuvo que armar durante años y reposaba en su living, sin terminar y sin posibilidades de hacerlo porque el sueldo no alcanzaba. La imágen del fajo de dinero que su amigo guardaba en el mueblecito de la cocina lo dejó pensando y esa fue la puerta para que entrara en la pirámide. Rápidamente vendió su bien más preciado e invirtió en la rueda de ganar fácil para salir de pobre.
Tu historia de "la china" en La Opinión
Con o sin denuncia tu historia es importante para quienes perdieron su dineroLa única diferencia con su amigo es que llegó demasiado tarde y quedó entre los que no pudieron sacar su beneficio, ni su plata invertida.
No denunció porque arrastraría a su amigo, ese mismo que si tuvo la oportunidad de crecer, porque no recuperaría su plata y porque le avergüenza saber que fue estafado.
Francisco sólo sabe laburar y de negocios donde la guita se logra fácil no entiende nada.
Pero estaba atento cada día a la señal para ver cómo crecía su patrimonio, ese que nunca pudo recuperar de la pantalla del celular.
Primero creyó esperanzado que recuperaría al menos su inversión y una vez que se descubrió la estafa, se dió que los casi quinientos mil pesos que le dio a “La China” no se recuperarían.
La familia de Andrea también sufrió los embates de “La China” cuando su hermano las reclutó a ella, que es docente, a su mamá y a su tía que son jubiladas. Todos invirtieron lo que pudieron y en este caso ninguno pudo recuperar su dinero porque llegaron últimos.
Ellos también culparon “al cartero” hasta que se dieron cuenta de lo que realmente se trataba esta estafa piramidal.
Oscar, el hermano de Andrea, trabaja por su cuenta, tiene 43 años y tampoco denunció ante la justicia haber sido víctima de esta estafa. El eligió pedir disculpas a sus mujeres más queridas por haberlas involucrado en esta falsa inversión que les hizo perder el poquito dinero que recaudaban por mes.
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