Imputan al ex Comisario Ferrari por incumplimiento del deber
La decisión judicial está relacionada con el secuestro extorsivo del que fuera víctima la familia Bernardotti en agosto de 2002. Se lo acusa de violar el secreto de sumario. Una movida política habría sido decisiva para frenar su relación con los seguidores de De Narváez.
La causa por el secuestro extorsivo del que fuera víctima la familia Bernardotti generó ahora un capítulo alejado de las connotaciones locales revelando varias aristas. Primero porque se trató de una situación muy particular y que aún hoy guarda aspectos que quizás nunca puedan certificarse; en segundo lugar, porque quien protagonizó el ilícito fue Mercedes Fusi –una conocida vecina de la ciudad, amiga de la madre– y quien junto a Oscar Branchini se animaron a pergeñar uno de los hechos que quedó sellado en la historia delictiva de la ciudad; y tercero porque la policía de aquel momento, y no justamente la de la Comisaría local, sino quienes habían arribado desde la cúpula provincial para “impresionar” cuando los secuestros extorsivos eran un verdadero boom, actuaron y mintieron ante las cámaras de los medios nacionales laureando al tristemente célebre Comisario Angel Casafuz.
Ahora, a ocho años de aquél lamentable episodio, la Justicia Federal decidió intervenir y hacer lugar a una causa contra las autoridades policiales que en ese momento tenían a cargo la Departamental San Nicolás. Justo cuando el ex responsable de la jefatura fue convocado por referentes de Francisco De Narváez para incorporarse a sus filas liderando el proyecto nicoleño. Se trata del ex Comisario José Aurelio Ferrari, quien se desempeñaba como jefe de la región cuando se produjo el hecho. El mismo que fue homenajeado y felicitado en San Pedro y San Nicolás por su labor dentro de la fuerza y por su relación con la comunidad.
Ahora, el Juez Federal Carlos Villafuerte Ruzo lo imputó por violación del secreto en sumario e incumplimiento del deber de funcionario público. Todo esto obedece a que habrían trascendido grabaciones de audio y video conteniendo material vinculado a la causa. Puntualmente, se investiga la presunta sustracción y difusión de ese material cuando la causa estaba en secreto de sumario.
Las imágenes de Branchini arribando a la estación de servicio de 3 de Febrero y Sarmiento donde se hallaba la cabina pública desde donde se efectuaban los llamados y la voz del hombre hablando con los familiares de la víctima habrían sido cedidas al programa que en aquel entonces conducía Samuel Chiche Gelblung.
Las conjeturas
Para algunos esto es una cuestión meramente política que apunta directamente a Ferrari, el mismo que hace pocos meses salió airoso de una causa en la que se lo había imputado por apremios ilegales en contra de un menor durante un procedimiento y por el que fue retirado de la fuerza en pleno pico de su carrera. Desde hace al menos dos meses estaba asesorando a allegados a De Narváez en temas de seguridad mientras manejaba su fábrica de cerámicas en un predio sobre la Ruta 9.
Otra vez la mentira y la falta de memoria
Para los olvidadizos, habrá que puntualizar que en las publicaciones de este mismo medio se dieron sobradas muestras de las irregularidades cometidas por la cúpula de la bonaerense en esa investigación.
El Jefe nicoleño y el por entonces Sub Comisario Guillermo Britos tuvieron que recurrir a un cameraman particular para registrar imágenes del seguimiento que le hicieron a los torpes movimientos del cómplice de Fusi. Ese dato que bajo siete llaves guardaron los medios sampedrinos para no entorpecer la liberación del menor se daba de bruces con la velocidad con la que la prensa de la mayor parte de los canales capitalinos obtenía datos de manera directa a través del propio Casafuz, quien vía telefónica entregaba datos precisos a determinados periodistas para “armar la gran noticia del fin de semana” (Bernardotti fue devuelto a sus padres en horario pico de noticiero y en vivo, un viernes por la noche, para continuar el sábado por la mañana con un show mediático que se extendió por varios días) y de ese modo mostrarse como el hombre capaz de frenar la ola de secuestros extorsivos que por entonces formaban parte de la grilla cotidiana de los noticieros.
El mismo funcionario prohibió a Ferrari y Britos sus contactos con la prensa y se retiró de San Pedro con todo el material obtenido. Sólo los sampedrinos saben que aquella noticia de “una banda de al menos siete personas que se fugó por la zona de Arroyo Burgos” fue una gran mentira fabricada a medida de las necesidades de los ávidos televidentes y la decaída imagen de la Policía de la Provincia.
La puesta en escena no terminó allí. Se ordenaron allanamientos y hasta se detuvo a inocentes durante varios días para mostrar “la eficacia” que nunca existió.
Según las pruebas que llegaron ahora a manos del juzgado, había pericias que se estaban haciendo en La Plata y mientras tanto el material salió por los medios porque alguien lo facilitó. No es raro porque para ese entonces ya todos, incluso los sampedrinos, teníamos copias y datos precisos de lo grabado por la cámara privada que se contrató por falta de medios que ayudasen la labor de los efectivos locales.
Dos días de angustia
El secuestro del hijo de la familia Bernardotti, quien tenía sólo 12 años cuando fue secuestrado, se produjo el 22 de agosto de 2002. El hecho conmocionó a la ciudad y a los principales medios del país por las características que tuvo. El niño permaneció cautivo en la casa de Mercedes Fusi durante un día y medio hasta que fue liberado sobre un camino de tierra en inmediaciones de Ruta 1001 y Chivilcoy, cerca de la casa de un familiar.
Tanto Fusi como Oscar Branchini purgaron condena en las ciudades de San Nicolás y Baradero, y tras cuatro años detenidos recuperaron la libertad.
El Tribunal Oral Nº 1 de San Nicolás firmó la sentencia de seis años de prisión para ambos, cumpliendo de esa manera con el pedido realizado por la Fiscalía y la Defensa para resolver el caso en la modalidad de Juicio Abreviado.
Para el Tribunal, esta causa marcó un hito importante en su historia porque ningún Magistrado recuerda haber juzgado otro secuestro extorsivo en toda la jurisdicción de San Nicolás, reconociendo que las características son al menos llamativas, no sólo por cómo ocurrieron los hechos sino también por la personalidad de los imputados.