José Gorosito dejó la Liga Sampedrina para dedicar su vida a Defensores Unidos, su club desde hace 40 años
Renunció definitivamente a la secretaría para abocarse a los proyectos de la entidad que conoció a los 25 años y actualmente es vicepresidente. La historia de un trabajador del fútbol que también fue arquero y entrenador.
José Gorosito renunció a la secretaría de la Liga Deportiva Sampedrina (LDS) y duerme tranquilo. Las últimas semanas, tumultuosas por el caso de Hugo Cejas, no empañaron los más de diez años que estuvo en la entidad como designador de árbitros y dirigente. Aunque siguió en actividad hasta sus últimos días, su participación desde que comenzó la pandemia de coronavirus fue esporádica porque había decidido alejarse para dedicar su vida a Defensores Unidos, su club desde hace 40 años.
Aunque el problema con el expresidente influyó en su salida, en una charla con La Opinión aclaró que tenía la decisión tomada y se la había comunicado a sus compañeros de la Mesa Directiva: “La liga es un ciclo cumplido que terminó mal, me tendría que haber ido de otra manera. Estuve 12-13 años y siempre en puestos difíciles. Cejas cometió errores en la vida privada, pero fue un excelente presidente. Se equivocó y dio la renuncia como correspondía. Una de las causas fue esa, hubo otras cosas que no vienen al caso porque la liga está por encima de todos”.

Cuando el 23 de agosto Cejas, condenado en primera instancia por violencia de género, levantó su licencia y regresó a su cargo sin que la Justicia se haya expedido sobre su apelación, Gorosito presentó su renuncia junto al vicepresidente, Andrés Sánchez. Fueron días muy difíciles para los dirigentes de la LDS. Tras la partida de la máxima autoridad por la presión social y el pedido de los clubes que no querían que continúe en el cargo, el secretario dejó sin efecto su escrito y siguió unas semanas más hasta que se alejó definitivamente y se formalizó en el Boletín Oficial de esta semana.
Gorosito habla pausado, pero sus palabras son contundentes: “Me voy a dedicar a Defensores Unidos”. Terminado su vínculo con la LDS, tiene su cabeza en el Rojiverde. No es que en la última década no la tuvo, pero su trabajo en el deporte alternó entre las dos instituciones.
“Me voy a dedicar a Defensores Unidos”
José Gorosito
El club que está próximo a cumplir 60 años, cuatro menos de los que suma él, tiene proyectos en marcha y otros por comenzar. En junio terminó la concesión de la cancha de fútbol 5 y la Comisión Directiva comandada por Horacio Rigo decidió no renovar el contrato y hacerse cargo de ella para recaudar fondos y sustentar el aporte de los aproximadamente 100 socios que mensualmente pagan su cuota. Con ese objetivo, invirtió en mantenimiento: cambió el césped sintético y la techará para vender turnos los días de lluvia.
“El otro plan es reconstruir la cancha de fútbol mayor. La idea es hacerle tribunas como a la del fútbol infantil, que está un lujo, y derrumbar los vestuarios, baños y cantina que están ahora para hacer todo nuevo. El grupo de gente que me convocó está trabajando mucho para poder lograr todo”, agregó Gorosito.

Un sueño muy cerca de concretarse para CADU es la obtención de la personería jurídica, reconoció el vicepresidente: “La estamos terminando, nos falta el empadronamiento de socios y pedir la asamblea. Es un orgullo para nosotros porque nunca la tuvo y hubo que hacer todo de cero. Le tengo que agradecer a Adrián porque nos ayudó un montón, nos dio todas las posibilidades habidas y por haber para lograrla”.
Quien en 2018 se alejó del club por problemas con otros dirigentes pero le aseguró a su esposa que iba a regresar y lo hizo, dejó en claro que Defensores Unidos “tiene mucha gente que lo acompaña” y merece “estar más arriba de lo que está”. Por eso, durante la cuarentena era habitual encontrarlo trabajando en el Campo de Deportes Bernardo Vidal para que la cancha de fútbol infantil quede en excelentes condiciones en un terreno que no hace mucho era un baldío.
“Es un orgullo tener la personería jurídica, el club nunca la tuvo”
José Gorosito
El campo de juego que frecuentan más de 90 chicas y chicos de ocho categorías tiene riego e iluminación artificial. Allí también entrenan y juegan las 34 mujeres inscriptas en fútbol femenino. Con los 110 adolescentes y jóvenes en inferiores, reserva y primera más 35 “veteranos” en el equipo senior, la entidad aglomera a más de 200 futbolistas de ambas ramas, muchos de ellos de su zona de influencia en San Pedro.
La carrera deportiva de Gorosito comenzó lejos del Rojiverde. Hizo fútbol infantil en Paraná y luego pasó a Banfield donde permaneció diez años, de sus 14 a 24. Allí se dio el lujo de compartir planteles con José Sanfilippo y Norberto Madurga, entre otras figuras que pasaron por la institución por esos tiempos.

En el arco del Taladro estuvo cinco temporadas porque, entre medio, fue prestado a Sportivo Doyle y Sol de Mayo. A sus 25 años llegó a Defensores Unidos donde se desempeñó como deportista, entrenador y presidente entre 1993 y 1997, además de integrar varias comisiones directivas.
Su trayectoria como atleta se cortó a los 32 años por pedido de su familia luego de sufrir una rotura de ligamentos en una de sus rodillas y una fractura en una de sus clavículas. A la par, se desempeñó como albañil y contó que hizo “45 casas” en la ciudad hasta que se jubiló a los 52 años producto de complicaciones en su salud.
Aun con cinco operaciones de columna vertebral y más de seis décadas de vida, José Gorosito se alejó de la LDS pero sigue trabajando para el fútbol en Defensores Unidos. Un dirigente con una rica historia y de esos que no abundan en San Pedro cuyo amor al trabajo es anhelado pero no siempre valorado.
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