La participación de Tiro Federal en la Unión de Buenos Aires (URBA), la más importante del país, no sólo es con equipos sino que también desde el mismo club surgieron en los últimos años jugadores que se inclinaron por el arbitraje. Uno de ellos es Juan Andrés Corvalán quien con activa participación en la primera decidió continuar su carrera en el rugby como réferi, una posición muy respetada en ese deporte, adentro y afuera de la cancha.
“Siempre hice de árbitro, residente para los juveniles, algún domingo que necesitaban, pero en mi ultimo año como jugador ya hacia los dos roles: cuando el Tiro viajaba de visitante yo viajaba como árbitro oficial de intermedia de Grupo 2 y juveniles. Cuando jugaba de local, era jugador. Esto fue en 2017”, relató a La Opinión el joven que el 15 de julio cumplirá 32 años y que, con hilo en el carretel para desempeñarse como jugador, decidió extender su carrera en el rugby desde otro lugar porque, tal consideró, “el arbitraje es rugby”.
En la misma sintonía, explicó: “Si bien intentamos no ser protagonistas y pasar desapercibidos, representamos el respeto que tanto tiene el deporte. Por eso los jugadores se van de la cancha sin cuestionar los fallos y la charla es sólo con los capitanes, formal y respetuosamente. Ya fui entrenador de juveniles, referí residente y jugador, todo en más de diez años. El referato me abrió un lugar nuevo desde donde aportar al deporte y extendió mi tiempo, quién sabe, una década más”.
Juan Andrés es hermano de Ignacio quien se retiró en 2018 y es uno de los históricos atletas del Biguá. En la actualidad, imparte justicia en la división intermedia del Top 12, la máxima categoría de la URBA, y Primera A. Sobre su tarea, dejó en claro que ayuda a “formar mejores jugadores y más respetuosos” a que cometan “menos faltas cuando juegan” en el caso de los juveniles; y a ser “estricto con los adultos” cuando intentan “hacer trampa o comportarse como no deberían”.
Sobre su objetivo, dejó en claro que “la intención siempre fue seguir aportando” al deporte que lo “formó” y que por “evaluaciones físicas y técnicas” lo ubicaron en el alto nivel en que se encuentra en la actualidad. Por reglamento, nunca arbitrará a Tiro Federal, el club en el que nació y al cual representa en la URBA, pero se dio el lujo de conocer “muchos clubes y gente amable” y deseó que “la cosa siga”.
Por último, Corvalán, que desde 2010 trabaja para el organismo provincial de Niñez y Adolescencia en el Centro Socio Comunitario de Responsabilidad Penal Juvenil, se refirió a su proyección y aclaró que le faltan “horas de pasto” para llegar a la elite: “Los más experimentados te dicen que es una carrera deportiva. Este año voy a cumplir mi segundo año. Seguramente me falta sumar minutos, coacheos y devoluciones. Cuando sea árbitro de primera empiezo por categorías más bajas y, de irme bien, unos años más. No es algo pronosticable”.