No hay ningún condimento externo que, de momento, ponga en riesgo la pelea de Kevin Espíndola el sábado en Oncativo, Córdoba, frente a Leandro Robutti por el título argentino de los pesados. El sampedrino y su equipo arribaron el jueves por la noche y esperan con ansias la contienda que puede ser un antes y un después en la carrera del joven de 24 años, hasta ahora marcada por los sinsabores.

Hoy a las 11.00 será el hisopado a los púgiles para descartar coronavirus y, por la tarde, el pesaje. La contienda de fondo de la velada cambió de horario y no será después de las 19.00 en vivo por DirecTV Sports.

A Espíndola la suspensión por las restricciones impuestas por el Gobierno nacional a fines de mayo por la segunda ola de Covid-19 lo benefició porque tuvo más tiempo de preparación en el gimnasio de Banfield con José Cancelo y la parte física con Andrés Villarruel. Además, dos veces a la semana viajó a Escobar a guantear en el gimnasio del campeón mundial Marcos “Chino” Maidana con el cubano Lenier Peró, que tiene experiencia en Juegos Olímpicos y Panamericanos.

El boxeador de San Pedro está quinto en el ranking de los pesados y Robutti, oriundo de Capital Federal, primero porque Víctor Ramírez perdió por knock out en Rusia y lo despojaron de la clasificación. Como el título argentino de los pesados está vacante, el ganador se lo adjudicará.

Entre ambos se vieron las caras dos veces. En su debut como profesional, Espíndola le ganó. Sin embargo, en su tercer combate en el campo rentado, su rival se llevó el triunfo. Actualmente, quien viajó a los Juegos Olímpicos de la Juventud Nanjing 2014 tiene un récord de seis victorias (dos por KO) y una derrota justamente contra Robutti, cuya marca es de siete triunfos (cinco por KO y cuatro pardas).

El objetivo que Kevin tiene por delante es aun mayor que el de Alemania donde iba a enfrentar a Peter Kadiru por el título mundial juvenil del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), pero el evento se canceló por la pandemia. Siendo el campeón argentino de los pesados, su panorama será mucho más claro y tendrá beneficios que lo empujarán a afianzarse en la elite y, porque no, ir en busca de algún título mundial.

El título argentino de los pesados está vacante y Kevin Espíndola tiene la gran posibilidad de conseguirlo y emular lo hecho por Rinaldo Ansaloni en 1953. Hace 68 años, “Naldo” fue campeón argentino de los pesados en el mítico estadio Luna Park de Capital Federal donde noqueó en el cuarto de doce rounds a Ángel Cassano. Anteriormente, había logrado la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata.