La ceremonia inaugural fue sin sampedrinos
Brenda Rojas, Gonzalo Carreras, Eugenia Bosco, Martín Alsogaray y Nicolás Schardgorodsky no desfilaron el viernes en el estadio Nacional junto al resto de la delegación de Argentina detrás del abanderado, Javier Conte, porque sus respectivas sedes de competencia están alejadas de la capital incaica y prefirieron descansar.
Lima 2019, la 18ª edición de los Juegos Panamericanos, empezó oficialmente el viernes por la noche en el estadio Nacional de Perú y sin la presencia de los cinco representantes de San Pedro: los palistas Brenda Rojas y Gonzalo Carreras y los navegantes Eugenia Bosco, Martín Alsogaray y su entrenador, Nicolás Schardgorodsky.
Los cuatro deportistas no desfilaron con la delegación de Argentina que fue, por orden alfabético, la primera en pisar el recinto, rondó las 150 personas y tuvo de abanderado al timonel Javier Conte quien, entre otros resultados, antes de ser campeón mundial en la clase lightning con Julio Alsogaray y Paula Salerno en 2017; fue medalla de oro en Toronto 2015 y buscará repetir el primer puesto en Perú.
La no presentación de los atletas locales tuvo lógica y sentido común porque, en primer lugar, sus respectivas disciplinas tienen sede en Huacho y Paracas, localidades ubicadas a más de cien kilómetros de Lima, ciudad en la que, si bien se diagramaron carriles exclusivos para uso del personal afectado al evento deportivo, el tránsito es un caos y recorrer cortas distancias suele ocupar más tiempo del previsto. Viajar a la ceremonia les hubiese implicado perder el día de entrenamiento e, incluso, varias horas parados aguardando el turno para caminar.
Incluso, los palistas de Las Canaletas y Náutico compitieron por primera vez el domingo y fueron medallistas en K4 500 metros mientras que, aunque debutará el 3 de agosto, Alsogaray fue operado de apendicitis semanas atrás, llegará físicamente con lo justo y no está en condiciones de perder un día de recuperación y preparación.
La inauguración se extendió, luego de una breve previa, tres horas en las que se hizo hincapié en la historia y cultura peruana con música y bailes típicos con miles de artistas en escena que hicieron delirar a los presentes en las tribunas donde hubo algunos blancos en las cabeceras a pesar de que en la previa se manifestó que las entradas fueron todas vendidas.
En el cierre, después del desfile de las 41 delegaciones que concluyó con la numerosa albirroja que lideró con mucha alegría el timonel Stéfano Peschiera, compañero de entrenamiento de Julio Alsogaray; se expresaron los presidentes de la Comisión Organizadora (COPAL), Carlos Nehuaus, y de Perú, Martín Vizcarra, quien inauguró oficialmente los Juegos Panamericanos que desde el 24 de julio tiene disciplinas en disputa.
Por último, la atleta Edith Noedin, medallista de oro en los Juegos Panamericanos México 1975, comenzó con el recorrido de la antorcha y se la cedió a las jóvenes promesas de judo Ariana Baltazar Miñan y de tenis de mesa Carlos Fernández. Después, el fuego llegó a Lucha Fuentes, leyenda del voley quien logró tres preseas de plata en Panamericanos; quien, tras caminar algunos pasos, se la dio a Cecilia Tiat. La voleybolista subcampeona olímpica en Seúl, Corea del Sur, 1988 y galardonada con la Medalla Pierre de Coubertain subió las escaleras emplazadas en una estructura que simuló ser una montaña, llegó casi hasta la cima y encendió la llama de Lima 2019 que dio lugar al breve recital de Luis Fonsi con el que acabó el evento antes de los tradicionales fuegos artificiales.