Nunca tuvo código político, y tampoco los tiene ahora, 140.000 desfachateces, golpean sin cesar a los pobres y queridos abuelos arrojados al pozo de la insensatez por este gobierno. Nunca dejaré de clamar por la justicia que se les debe y que muchos les arrebataron. Dónde están que no se los ve, aquellos que juraron defender la república, la nación, el país, sólo se ven, y oyen a los que reciben el salario de los alquilados. Donde están que no se los ve, aquellos que juraron defender la nación contra la corrupción, la inseguridad, la extranjerización de las tierras, contra la entrega de los recursos naturales, de la verdadera defensa de los derechos humanos, contra el narcotráfico que infecta las calles y los espacios públicos; dónde están que no se los ve aquellos que no permitirían jamás el mayor flagelo de la humanidad, el mayor ladrón de los sacrificados pueblerinos como la terrible inflación, y de la que alegremente el gobierno con gran desfachatez asegura que sólo afecta a los de mayor poder adquisitivo. Dónde están que no se los ve, aquellos que juraron un país mejor lleno de paz, orden y progreso, donde todos seriamos iguales y se olvidaron que los mayores que construyeron con su esfuerzo a esta nación y hoy son arrojados al pasto del atropello y la injusticia.
La desfachatez hoy está de fiesta, hasta viaja en los atestados medios de transporte, propio del maltrato del gobierno.
La incapacidad y la ignorancia, se visten de soberbia, y la desfachatez con la transgresión, son primas hermanas, pero cuando se tocan todos estos temas todos miran para otro lado, como si esto, ocurriera en otro planeta.
Marcos Attias – DNI – 4055724
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