Hace 207 años, a finales del mes de octubre de 1802, gobernaba como Virrey en el río de la Plata Joaquín del Pino, a la sazón venía como Capitán General de Chile y también había sido funcionario de menor rango en Buenos Aires. Estaba casado con una santafesina, Rafaela de Vera y pintado y, a pesar de su formación militar, fue un virrey preocupado por la cultura: creó las cátedras de Anatomía y Medicina en el Protomedicato, abrió una academia de Francés y una Escuela de Pintura. Como especial preocupación, procurará evitar el contrabando, en especial el de mercadería inglesa que era introducida porque los oidores y otros altos funcionarios del Cabildo, participaban dolosamente en ese negocio. Una conducta corrupta que, hasta hoy no hemos podido eliminar definitivamente…
Un periódico, el telégrafo mercantil de un tal Cabello y Mesa, criticaba acerbamente al virrey por esas medidas donde combatía el contrabando, dicen los historiadores que el dueño del medio de comunicación estaba estrechamente vinculado a ese negocio sucio. Mediante un acto de gobierno, Pino lo cerró y… bueno es el primer hecho donde se procuraba silenciar a la prensa. Tiempo después, de una manera harto sospechosa, un 11 de abril de 1804, Joaquín del Pino moría y era reemplazado por el más conocido Marqués de Sobremonte, ex-intendente de Córdoba durante años, y que resultara aquel inepto personaje que huiría con el Tesoro del virreinato en ocasión de las invasiones inglesas y luego destituido por esos errores.
Sobremonte hacía la “vista gorda” con los negociados de contrabando en el que seguían involucrados los funcionarios públicos, si bien él era una persona honrada y de vida privada intachable. Era sólo un pelele, de poco carácter, según dicen, dominado por su mujer quien vivía de fasto en fastos, acompañada por una corte o séquito complaciente. -No tuvo prensa crítica a pesar de sus graves errores en la defensa de Buenos Aires y Montevideo.
La realidad es la única verdad pero muchas veces algunos comunicadores y ciertos medios de comunicación pueden hacer con ella dibujos raros y lograr su distorsión o enmascaramiento, eso lo hemos visto muy patéticamente durante el gobierno del Dr. Illia, era una época signada porque la prensa machacaba y machacaba sobre su “lentitud”, “ineficacia”, etc. etc. cuando en realidad el gobierno estaba empeñado en una lucha contra “las mafias de los medicamentos” (!!!¡¡¡¿?). ¿Le resulta conocido el tema? Desde 1966 -al menos- estamos con el mismo karma: mafias, contrabandos, colusión dolosa de obras sociales, sindicatos, etc. etc. Negar esos vínculos es tapar el sol con la mano, confiamos que se limpie esa actividad que tiene directa relación con la salud de nuestros habitantes!!!
Nos gustaría saber ¿qué obras sociales corruptas investiga el Dr. Oyarbide y qué actos realizan en perjuicio de los afiliados que cotizamos religiosamente desde…siempre?. En el mundo de las pre-pagas debemos defender el valor de las Obras Sociales sindicales y la de los jubilados, porque es en beneficio de la salud de la inmensa mayoría del pueblo argentino. También alguna vez leer, oír o ver investigaciones de la prensa sobre esa realidad: las mafias que juegan a la muerte con la salud de la gente… ¿Por qué no lo hacen? ¿Qué realidad se esconde en este dramático tema?
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