La esposa del empresario jamaiquino Max Higgins, Sandra Noemí Zapata, estalló en declaraciones ante la periodista María Fernanda Villosio, de la Revista “Noticias”, luego de padecer y denunciar ante la Justicia un episodio de violencia familiar del cual fue víctima. En la nota de cuatro páginas publicada en la edición del 9 de Febrero, la mujer de 37 años y madre de la única hija del misterioso empresario, contó cómo conoció a su esposo y como llegó éste a convertirse de un día para otro en multimillonario. Despechada por las agresiones físicas recibidas tras una discusión, por las constantes infidelidades del jamaiquino y por el abandono de su hija recién nacida, Zapata relata textualmente en el texto, conceptos como:
“Max es un farsante. Cuando empecé a preguntarle por sus negocios y a sospechar de su entorno, se volvió agresivo conmigo”; “Andábamos en el subte A como vacas”; “Cuando recién nos casamos, nos fuimos a vivir a una pensión de la calle Piedras donde se compartía la cocina y el baño”; “Teníamos toda clase de carencias. La pasé muy mal”. Lejos del glamour y la riqueza, la señora Higgins, mayor que él, se percibe notablemente desmejorada por su reciente maternidad o por los sucesos vividos, en la foto del centro de la nota, sentada en un rojo sillón de su actual lugar de residencia, lamentándose por el engaño que la mantuvo al lado del hombre que eligió para casarse a fines de 2006.
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