Toallitas femeninas, profilácticos, termómetros, cepillos de dientes, pañales, repelentes y peines integran la nómina de productos no farmacéuticos que figuran en el decreto que dejó firmado el Gobernador Daniel Scioli antes de entregar el mando a María Eugenia Vidal.
La disposición indica que la farmacia “es un servicio de utilidad pública para la dispensación de los productos destinados al arte de curar, de cualquier origen y naturaleza”, es por esto que demasiados comercios deberán retirar muchos elementos de las góndolas.
Tal como sucede con la Cámara de Farmacias Bonaerenses (CAFEBO), que evalúan el impacto que tendrá esta medida en los 135 municipios de Buenos Aires, en San Pedro los farmacéuticos comenzaron a analizar la situación. “No sabemos mucho, estamos esperando para ver cómo avanza todo”, reconoció Juan Manuel Podestá al tiempo que señaló que no descartan “una apelación”.
Otra de las novedades está relacionada con la cantidad de profesionales que deberán ser contratados por los dueños de las farmacias. En aquellas que funcionen más de ocho horas será necesario contar con Directores Técnicos.