Con una campaña que solicita padrinos para el histórico colegio, la Hermana Mercedes se ríe con voz joven, pero recuerda sus más de setenta años y los ochenta y pico de su compañera de tareas en el hogar que cuida y protege a niños que llegan en circunstancias que dispone la Justicia y otras veces ante el ruego de los servicios locales que han logrado la internación de alguna víctima de delitos aberrantes para su recuperación.
Las cuentas para mantener los servicios de ese edificio no cierran y aunque reciben apoyo de la población necesitan de una mirada permanente. Para ello proponen “ser padrino” con una suma mensual y permanente que puede ser el importe que cada familia decida.
Quienes quieran sumarse a la tarea que también incluye acciones personales pueden comunicarse a estos teléfonos: 425341 y 421288