Las estafas virtuales son unos de los delitos cada vez más comunes y a medida que pasa el tiempo se van modificando las modalidades a utilizar contra las personas, que en muchos casos han alcanzado a ser engañadas.

Desde hace ya unas cuantas semanas aparecen denuncias de vecinos que fueron víctimas de este delito, aunque no todos lograron evitarlos: algunos creyeron y terminaron comprobando que habían sido engañados en su buena fe.

Esta semana, una docente advirtió que algo similar le estaba sucediendo y pudo comprobar que le habían hackeado la cuenta de Facebook e Instagram. Así se apoderaron de todas sus cuentas y comenzaron a comunicarse con sus contactos con el objetivo de vender dólares a un precio atractivo en nombre de Evelin Flores, la víctima de este nuevo caso.  

 Todo comenzó el miércoles por la mañana. La joven estaba trabajando y comenzaron a llegarle mensajes al teléfono y vía wahtsapp, según contó este jueves en El Reporte de la Tarde.

“En ese momento me llamó una compañera para decirme que le había estado mandando mensajes a mi nombre vendiéndole dólares”, relató. En ese momento se despertó la alarma.

“me fijé que estaba pasando algo y me di cuenta que me habían hackeado la cuenta de facebook”

“Quise hacer todo lo posible para evitarlo y no podía, ni cambiar número de teléfono, contraseña de facebook, nada”, señaló Evelin Flores y agregó: “Lo más preocupante es el modo de operar que tienen, de hacerse pasar por mí diciendo que necesitaban vender los dólares”.

En los mensajes a sus contactos, la persona a cargo de la estafa les pasaba un nuevo número de WhatsApp para que agenden, con característica de la zona de la ciudad de Zárate y la foto de perfil de ella.

“Le ponían precio para ver si la gente compraba y no tenía forma de pararlo. Cuando cambio la cuenta de Facebook, cambio el mail y códigos, ahí me doy cuenta que también habían utilizado Wahtsapp e Instagram. En todos lados respondían como si fuera yo”, relató.

“Es terrible que se apoderen de lo de uno porque genera alarma por el resto de los contactos que uno tiene”.

En cuanto a la modalidad utilizada y las exigencias de los delincuentes la mujer expresó que eran muy cordiales y educados. Por suerte, ninguno de los contactados cayó en la trampa, aunque muchos entablaron conversación.

“Te pasaban un CBU para que les depositen la plata”, señaló. “Todo se pudo frenar cuando consulté a una persona que entiende de estas cosas y cambié contraseñas, códigos y nombres de la cuenta”, agregó Evelin Flores.