Leches vegetales: mitos y verdades, con la doctora Érica Schällibaum
Que son más saludables, que son mejores para el organismo, muchos son los comentarios que rodean a estas bebidas. La Opinión consultó con la doctora especialista en medicina integrativa, para hablar sobre el tema.
De soja, de almendras, de coco, de arroz, no hay dudas de que las leches vegetales han experimentado un auge en los últimos tiempos y cada vez son más las personas que las prefieren por sobre la leche de vaca.
Para despejar dudas en torno a su consumo, La Opinión consultó con una especialista en medicina integrativa, la doctora Érica Schällibaum.
“No podemos hablar de la leche vegetal como una sola cosa, tenés que ver el producto en sí”, explicó la médica.

La doctora aclaró que no es lo mismo prepararse una de estas leches en el propio hogar, de forma casera, que adquirirla comprando un producto envasado, ya que estos a veces tienen un procesamiento que implica el agregado de conservantes, almidones, edulcorantes o saborizantes.
“Lo importante es leer bien las etiquetas”, dijo y agregó: “Siempre que uno elija algo de paquete o de cajita, hay que fijarse que tenga la menor cantidad de ingredientes posibles. Si dice almendras y agua, bueno, voy a elegir esa antes que la que tiene un montón de códigos”, señaló.
¿Las leches vegetales son mejores que la leche de origen animal?
“Depende de la persona, la edad y las intolerancias”, aseguró Schällibaum. Además indicó que la leche de vaca es un producto muy bueno y lleno de proteínas, pero que entre ellas, se incluye la caseína, que es uno de las mayores causantes de alergias y también el motivo por el cual mucha gente prefiere dejar de consumirla. “Otra opción es la leche de cabra, pero no está tan popularizada y difundida”, afirmó.
¿Cuál de todas las opciones es su favorita?
“Yo la que más uso es la leche de coco”, comentó la doctora y agregó: “Es una buena alternativa porque con 100 gramos de coco rallado logras 100 ml de leche que te dura entre dos o tres días y lo que te queda, el bagazo se llama, que es lo que queda del triturado del proceso, lo usas para hacer galletitas, por ejemplo, lo mezclas con huevo y extracto de vainilla y te haces unas galletitas”.
Por último, recomendó tener mucho cuidado con los alimentos supuestamente “sanos” que se compran bajo las etiquetas veganas o sin azúcar. “Las dietéticas son lugares maravillosos, pero así como tenés alimentos reales y que sanan, tenés chatarra vegana”, advirtió.
Pueden encontrar a Érica Schällibaum en su consultorio, ubicado en el Centro Médico Santa María, en Boulevard Moreno 20, donde atiende a sus pacientes junto con la nutricionista Valentina Sagrera y las psicólogas Guillermina Ruozi y Sara Velázquez.
También la pueden seguir en su cuenta de Instagram, donde a diario publica recetas y diversos consejos relacionados a la salud y el bienestar físico.
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