Una joven fue al cementerio municipal a visitar a su abuelo, que descansaba en la bóveda familiar. Cuando llegó, encontró que la puerta del lugar había desaparecido.
En diálogo con La Opinión, contó que no era la primera vez que sufrían un acto de vandalismo. “La semana pasada habíamos tenido que arreglarla porque le rompieron los vidrios y quisieron barretearla. Ya no respetan nada, no es un caso aislado, son muchas las familias que lo sufren a diario”, explicó.
Luego, cuestionó la inversión del Gobierno en la refacción de baños del predio. “Desde el Municipio piensan gastar casi medio millón de pesos en arreglar los baños y no son capaces de buscar una solución al problema de la inseguridad, tanto de día como de noche. Esta situación no da para más”, sentenció.
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