Sra. Directora: Busqué en el diccionario esta definición: en la jerga o argot periodístico “una cortina de humo”, se denomina a una noticia rutilante, verdadera o inventada que saca de escena o desvía la atención pública de un hecho o situación de mucha importancia.
Hay infinidad de ejemplos, en nuestra historia y en la historia del mundo, pero es otra la cuestión.
Pero no era de esa cortina de humo a la que me quería referir, sino más bien, a esta otra cortina que estamos padeciendo y que ha llegado a Buenos Aires, Capital y lo bien que ha hecho como para que todos se enteren.
Lo que es evidente es que a este gobierno no hay nada que lo conmueva, es más creo que están conformes con que el humo no sea algo centralizado y que se haya redistribuido a todos los sectores sociales.
Yo me pregunto, ¿cuántos muertos serán importantes en número para que alguien se ocupe de apagar este incendio? Seguramente y no me caben dudas que a quien beneficie todo este desastre debe ser alguien que tiene mucho poder.
Últimamente todo lo que provoca un gran descontrol en la sociedad está teñido de poder y así, día tras día vemos los que tenemos los ojos abiertos, como todo se desmorona, estrepitosamente.
Todo se ha enrarecido, ni que hablar del aire, ¿será tóxico?, quizás sí, pero lo más evidente es que hay mucha improvisación en todas las áreas, se huele una gran desprotección de parte de las autoridades hacia los “argentinos y argentinas”, está claro que la República se ha convertido en zona liberada siempre y cuando exista algún tipo de vínculo con el “poder”.
Mientras los comunes mortales subyacemos, rogando que el humo que respiramos no sea tóxico, que el agua que bebemos no nos enferme, que los libros que manda el Ministerio de Educación de la provincia no sea una multa que está pagando Papel Prensa por contaminarnos, que las retenciones no sean para pagar deuda externa y que la redistribuyan para mejores hospitales y para arreglar las rutas y que no sea verdad que la Sra. Presidenta es un ser insensible y autoritario, aunque todos sepamos que no debe ser fácil calzar sus zapatos, aunque con su elegancia parezca bien parada, está dando la sensación que chancletea y ahí está el punto. Lo importante no es parecer, lo importante es “SER”.
Siempre he aconsejado a mis hijos que no hay que parecer limpitos, hay que ser limpitos y acá, en este grave desastre que estamos padeciendo algunos parecían eficientes pero la realidad los desnuda y ha quedado demostrado que si esto fuera Atucha (Dios no lo permita) no estaríamos para contarlo.
Más allá que este tema no está solucionado aún y que las secuelas serán muchas en distintos órdenes, tanto en salud como en económicas va más allá de poner presos a los responsables, que seguramente justo serán dos gauchos que andaban pescando, como sociedad debemos exigir explicaciones; necesitamos funcionarios que no parezcan SERIOS, que no parezcan RESPONSABLES, que no parezcan COMPETENTES, que no parezcan TRABAJADORES, que no parezcan INTELIGENTES, que no parezcan COMPROMETIDOS, que no parezcan PREOCUPADOS, que no parezcan SENSIBLES, al menos si cada uno de nuestros gobernantes, funcionarios y asesores reúne una sola de estas cualidades, quizás entre todos, todos juntos, puedan comenzar a pensar un país distinto para millones de argentinas y argentinos que necesitamos respirar aire puro porque queremos trabajar y educar a nuestros hijos en el amor al prójimo en solidaridad con el que sufre y en el respeto a las instituciones y en ese respeto está la confianza que uno deposita con el voto, creyendo que quienes nos gobiernan están velando por todos los habitantes, aunque pensemos distinto… (perdón me divagué, me utopié)
PD: Aunque en muchas oportunidades disienta con sus dichos y a veces me enojo y apago la radio, debo decirle que la función que está cumpliendo con su labor es sumamente importante, con su frontalidad y sentido común siempre va un paso adelante, que es el paso que nos deben llevar quienes tienen la responsabilidad de velar por el pueblo.
Gracias por decir todo lo que decís y cuando decís algo que no estoy de acuerdo, también te perdono (broma).
Miriam E. Moyano, D.N.I: 13.640.096