El pedido que figuraba en el testamento del Dr. Amaranto Ling fue cumplido el sábado pasado por la hija del reconocido médico y deportista. Sus cenizas fueron esparcidas junto a una porción de la tierra española que lo vió nacer, en la cancha donde juega el club de sus amores. Representantes de La Comisión Directiva del Club Tiro Federal, “Biguá San Pedro”, sus socios, directivos, amigos, familiares y deportistas, participaron de esta emotiva ceremonia y colocaron una placa en su memoria en el castillo de la costa. Un deseo que cumplieron las personas que más quisieron al Dr. Ling, quien pasó sus últimos días en Salta, aquejado por una enfermedad terminal. Justo y merecido homenaje a uno de los pioneros del rugby sampedrino.
Ads