Los Grobo invierte en nuevos negocios
El grupo cerealero y ex socio de Arcor en el proyecto del puerto, sumará a la planta de acopio que posee sobre la Ruta 9, un espacio de venta para productores que incluirá fertilizantes, semillas y todo tipo de insumos. La apuesta de la firma en la zona es fuerte y con buenos resultados porque en lo que va del año movilizó 38.000 toneladas de cereal entre maíz, soja y trigo para exportación. También aporta valor a la comunidad a través de la Fundación Los Grobo, respaldando proyectos de instituciones como el Instituto Agrotécnico de Santa Lucía.
El nombre de Los Grobo, el grupo empresario de Carlos Casares creado por la familia Grobocopatel, se conoció en San Pedro al mismo tiempo que se difundía el proyecto conjunto con Arcor que significaba una inversión millonaria para el puerto local.
Sin embargo, hace poco más de un año que el grupo arribó definitivamente a esta zona al adquirir la planta de acopio de cereal ubicada en el kilómetro 156,5 de la Ruta Nacional Nº 9, que desde entonces está funcionando con buenos resultados.
En el predio, trabajan 12 personas, la mayoría de San Pedro y circulan continuamente camiones transportando trigo, maíz o soja de la zona para exportación, que en un 90 % descargan en el puerto de San Pedro.
Pero la apuesta de Los Grobo no termina en la instalación de esta planta de silos porque en el corto lapso la firma inaugurará un centro de ventas de insumos para productores, otra “pata” de los negocios del grupo.
El centro funcionará en un galpón que fue alquilado por la empresa sobre la Crucero Gral. Belgrano y se cree que este mes podría estar listo para que abra sus puertas.
Allí se ofrecerán desde semillas, hasta fertilizantes y todo tipo de insumos para los productores de la zona y con planes de pago para facilitar la inversión hasta las cosechas.
Jóvenes a cargo
Una característica notable del plantel que trabaja en los silos que Los Grobo tiene en San Pedro, es que sus integrantes son muy jóvenes.
La Jefa de la Planta es una sampedrina de 31 años, Rebeca Corvino que empezó trabajando para el grupo unos dos años atrás. “Estuve cuatro meses en Carlos Casares aprendiendo, después me vine a San Pedro y trasladé la oficina a mi casa. Volví a irme un mes y medio a San Miguel del Monte, pero después seguí trabajando desde mi casa hasta que se compró la planta y nos instalamos acá”, comentó en entrevista con La Opinión.
La tarea que desarrolla es intensa cuando llega la temporada de cosecha, durante dos o tres meses después del verano por la soja y el maíz, y en noviembre por el trigo.
“Yo coordino todo lo que se traslada desde el campo al puerto y hago el cierre de los contratos para que desde Carlos Casares se pueda facturar a los clientes”, explica Corvino.
Los clientes son las principales y conocidas firmas exportadoras que operan en el país como Dreyfuss, Bunge, Noble, ADM, y Molinos Cañuelas, entre otros.
Como el destino en general es el puerto de San Pedro porque por su cercanía significa mayor rentabilidad para la planta, el paro previo a Semana Santa que realizaron los trabajadores portuarios resultó perjudicial. “Fue una pérdida importante porque habíamos mandado esa noche más de 40 camiones. Tuvimos que traer todo de nuevo a la planta y volverlo a sacar. Pero el flete lo tenemos que pagar igual”, explica Corvino.
Junto a Corvino, trabaja Pablo Gómez, un perito en granos oriundo de Río Tala, que está a cargo del laboratorio que lleva adelante el control de calidad. Al inaugurarse el centro de insumos, Gómez pasará a desarrollar sus tareas en ese nuevo negocio por lo que su puesto será ocupado también por un joven perito, Juan Ignacio Armendáriz. El plantel lo completan el Lic. Santiago Novelli que es el Director Comercial, dos encargados del sector de silos para cubrir dos turnos, que a su vez tienen a cargo cuatro auxiliares, y dos administrativos más en las oficinas. “En general, en época de cosecha se toma más personal pero este año intentamos arreglarnos porque resulta poco grato contratar por unos meses a alguien y que después se quede sin trabajo”, explica Corvino.
La planta
La planta de acopio que Los Grobo posee en la Ruta 9, es una de las 16 que posee en el país, y tiene capacidad para almacenar 15.000 toneladas de cereal.
Cuenta con un total de diez silos. Son ocho con una capacidad de entre 650 a 700 toneladas, y otros dos que pueden contener hasta 5.000 toneladas. Como la planta fue adquirida por la firma a la empresa Rampaje, gran parte de las instalaciones estaban construidas pero se le hicieron mejoras y se construyó uno de los silos grandes mencionados.
La tarea diaria que allí se desarrolla comienza con el control de calidad de la mercadería que llega desde el campo. El perito es el encargado de calar las cargas y evaluarlas en el laboratorio, tomando la referencia del aspecto y la humedad.
“Se controla el ingreso y la salida porque a veces los silos no tienen movimiento por un tiempo y se necesita filtrar”, agrega la Jefa de Planta.
“Si viene un camión con cereal húmedo, por ejemplo, se lo descarga, se lo carga con cereal en condiciones y la primer carga la tenemos que acondicionar para sacarla buena que significa que el cereal esté seco, sin quebrado”, explica Corvino.
Para esta tarea, la planta posee dos máquinas secadoras y una zaranda.
El transporte, por otra parte, está tercerizado con una empresa sampedrina que se denomina Logística San Pedro.
La rentabilidad de esta planta comienza cuando se logra acopiar el doble de la capacidad de los silos, es decir 30.000 toneladas al año. Los resultados han sido más que satisfactorios porque en lo que va del 2006, la marca se superó ya ampliamente. “Llevamos acopiadas entre el grueso y el fino que es el trigo, 38 mil toneladas”, confirma Corvino.
Esto incrementará también las responsabilidades de quienes trabajan en la planta. Fuera de la temporada fuerte de la cosecha, igualmente las tareas continúan porque es el momento de llevar a cabo mejoras. “Se hacen todos los arreglos necesarios como veredas, reparación de caños que se rompen durante las cargas, o en las norias, etcétera. Calculamos que ahora, con el nuevo galpón de los insumos el movimiento será mucho más importante todo el año”, dice la Jefa de Planta.
Inversión en la comunidad
El arribo de Los Grobo a la zona, no se acota sólo al ámbito productivo y así lo confirman los responsables locales. En concordancia con una política empresaria que tiene como visión “ser la compañía líder mundial en productos, servicios e información agroalimentaria orientada hacia el desarrollo y bienestar de las personas y su entorno”, según reza la presentación del grupo, también la Fundación Emprendimientos Rurales Los Grobo está evaluando la posibilidad de respaldar proyectos de tipo educativos en la zona.
Este organismo que es coordinado por otro integrante de la familia, Matilde Grobocopatel, tomó contacto con el Consejo Escolar de San Pedro y evaluarán un proyecto con el Instituto Agrotécnico de Santa Lucía Margarita O’Farrell de Maguirre. De aprobarse, podrían destinar fondos al alquiler de varias hectáreas de campo con fines de estudio y capacitación.
“La idea de los Grobo es que la fundación se extienda a todas las localidades donde tienen montada una planta de acopio, para dar una mano a la comunidad”, dicen.