Los sicarios de Rosario que mataron al sampedrino Mauricio Cordara esperan el juicio
La fiscala del caso solicitó la elevación a Juicio y se espera la actuación de los defensores de los detenidos, vinculados al sicariato narco de la ciudad que volvió a ser escenario de crímenes. Las responsabilidades intelectuales todavía no fueron eslcarecidas.
Mientras, otra vez, "Rosario sangra" en medio de crímenes vinculados al narcotráfico y al sicariato, en San Pedro se espera con atención el devenir procesal de la causa que vincula a la ciudad con la contratación de jóvenes entrenados para asesinar en el marco de las disputas de dealers de drogas: el homicidio del sampedrino Mauricio Cordara, chofer del sindicalista Pablo Ansaloni, cometido en Colón a fines de noviembre de 2022.
La fiscala Magdalena Brandt cerró la instrucción de la causa al considerar que los elementos probatorios para acusar a los organizadores y a los autores materiales del asesinato son suficientes. Resta, eso sí, esclarecer las responsabilidades intelectuales: quién mandó a matar a Ansaloni cuando balearon a su chofer y por qué.
La sospecha de la investigación siempre sostuvo que el blanco no era Cordara sino Ansaloni, que habitulamente llegaba los viernes en su coche a su casa de Colón junto a sus hijos. El día de la balacera, el que bajó del automóvil era el chofer. Recibió nueve balazos a quemarropa.
En septiembre del año pasado la policía de Rosario detuvo en esa ciudad al último profugo del caso. Agustín Alfredo “Calamar” Almirón, de 22 años, sicario a sueldo e hijo de un policía condenado por su colaboración con Los Monos, uno de los clanes narcos de Rosario.
Antes habían detenido a Julián Nicolás Marcelo Gómez, un exconvicto que cumplía condena por robo calificado cuando mataron a Mauricio Cordara. La instrucción de la causa logró establecer que desde la propia cárcel se habría ocupado de contratar a los sicarios.
Calamar Almirón llegó a Colón desde Rosario en un Fiat Palio rojo junto a Iván Alonso, de 19 años, detenido a fines de enero del año pasado. Alonso está imputado como "coautor", ya que el que se ve en las cámaras, arma en mano, es Calamar.
El resto de los detenidos en la causa están acusados de ser partícipes secundarios por estar relacionados con la preparación del automóvil utilizado para trasladar a los sicarios.
Ángel Ochoa estaba preso cuando lo acusaron de vender el automóvil para “hacer un laburo” que no era otro que matar a Cordara. Jonatan Blas Sosa es quin tenía el Palio en una cochera. Fernando Burgos está señalado como el comprador que les facilitó el Fiat a los asesinos.
Ramón “Monchi” Vallejos, padre del conocido líder de una organización vinculada al narcotráfico Hernan “Lichi” Romero, manejaba el auto tres días después del asesinato y es el único acusado de “encubrimiento.
Ese automóvil había sido robado en agosto de 2022 en La Tablada, partido de La Matanza, y le colocaron la patente de otro coche robado en Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, para trasladarlo a Rosario y luego usarlo para el crimen.
Puede interesarte
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión