Luciano Juhant denuncia “aprietes” tras pasar de delegado municipal a chofer de ambulancia
"Hay aprietes, hay bajadas de línea, no puedo dar nombres, pero hay empleados apretados", dijo el ex delegado que ahora debe manejar la ambulancia. Pide que le liquiden las horas que le adeudan y se cumpla con la reestructuración de su sueldo.
“Cuando me alejaron de mi cargo en la Delegación me llamó Martín Baraybar, el Secretario de Gobierno, a una reunión. Fuí un mediodía, y me dijo: bueno, sé que vos estuviste charlando con Cecilio el otro día por un tema, y bueno, Cecilio tomó la decisión de alejarte del cargo”, así empezó el relato Luciano Juhant tras solicitar que se le liquiden las horas trabajadas en los lugares en los que se le asignaron tareas.
“Está todo bien, me dijo”, agregó el ex Delegado de la localidad que hoy integra la lista de precandidatos a concejales de Ramón Salazar. Recuerda que Baraybar le dijo: “él te va a llamar, porque está todo bien, pero bueno, la decisión de él es esa, que no sigas como delegado”.
Juahnt aclara que la conversación a la que hacía referencia el funcionario que le comunicó el alejamiento estaba relacionada con charlas que había mantenido en torno al desempeño de su secretario y a algunos rumores que ponían en duda su trabajo. “Barrios, que yo ya venía escuchando, de parte de gente del pueblo que él hacía cosas a mis espaldas, y se quería llevar los laureles de gestiones que yo hacía” explica y agrega “audios hasta que llegué a escuchar que él les mandaba al propio Cecilio, denostando mi trabajo y diciendo que había abandono, o sea, literalmente, haciéndome la camita o serruchándome el piso”.
Indicó que en realidad él mismo tenía sus dudas “yo sabía cómo eso terminaba y al tiempo, a la semanita, creo que lo designa a Barrios. Yo ya me había mudado a Santa Lucía, vivo en Santa Lucía, alquilo; entonces al menos pedí quedarme como administrativo en el hospital, supuse el hospital porque no iba a quedar en la delegación como administrativo, porque no daba, digamos que no era conveniente”, razonó ante La Opinión.
De ahí en más relató situaciones que lo llevaron de una a otra área. En principio allí en el Hospital de la localidad “el doctor Rosales me decía, qué bueno que estás acá, vas a estar probablemente en el lugar de jefe de personal porque el que está quizás se va. Y ahí estuve esperando e iba y no decidían nada hasta que un día me llamó Rosales y me dice: ‘mirá, hablé con Pablo por Pichioni y el único lugar que hay en este momento es el chofer de la ambulancia´”.
De este modo pasó de ser Delegado de Santa Lucía a manejar la ambulancia. “Lo pensé y dije, bueno, está bien, acepto, no hay ningún problema, está bien. Y bueno, empecé a trabajar como chofer de la ambulancia, desarrollé bien mi trabajo”. Luego se refirió a su relación laboral, a la categoría que tenia como empleado en 2019 cuando estaba en el sector de licencias de conducir pero en realidad su ingreso al municipio se había producido en 2012. “Estuve como 10 años sin que mi categoría se mueva, ni por escalafonamiento ni nada. Entonces le pido a Cecilio, le mando un mensaje diciéndole: ´Cecilio mirá, me sacaste sin argumento’ porque en realidad no hubo un argumento, con lo cual yo concluyo que el motivo por el cual él me saca es ser amigo de Ramón o ser alguien que estuvo con Ramón y lo acompañó en su gestión”.
El otro dato que apuntó como señal de su destino de empleado al que se le restringen posibilidades apunta: “me llamó la atención porque en una publicación de la delegación había etiquetado a Ramón y el intendente me mandó un mensaje llamándome la atención de cómo había etiquetado a Ramón y le había dado me gusta a una publicación de Marcela Cuñer porque él la había echado hacía poquito”.
Tras ese panorama que coincide con otros empleados desplazados a otras áreas, Juhant enumeró la cantidad de obligaciones que había contraído desde que se radicó en Santa Lucía y la sorprendente disminución en el sueldo que percibía. Cuando reclamó esa recomposición al jefe comunal se le respondió que no se podía porque requería de la firma de un decreto y que “no quedaba bien que en ese momento me dieran una categoría más por el decreto porque se iba a exponer públicamente”.
El tiempo pasó y el flamante chofer de ambulancia pidió hacer horas extras para completar un salario menor que el que percibía pero que podía servirle para sobrellevar la situación. Dos meses después se encontró con que su liquidación era aún menor al tiempo trabajado. “Yo había escuchado un rumor de que el intendente había dicho a Juhant no le pasen ni una hora”, afirmó y concluyó con el recibo en mano en que debía preguntarle al Dr. Rosales si realmente había firmado las horas que le correspondían.
“Mi denuncia es que este hombre o este municipio me robó, claro están a tiempo, pero las horas que se pasan hasta el 15, 17, a lo sumo el 20 de cada mes son las que se van a cobrar el otro mes”, explicó respecto a que tras consultar el viernes su tarea no había sido registrada.
Por último Juhant afirmó: “ya es abuso, es meterme la mano en el bolsillo, es una vergüenza. Hay aprietes, hay bajadas de línea, no puedo dar nombres, pero hay empleados apretados, hay decretos que dicen vamos a acompañar la lista de usted, pero no podemos decir nada de empleados que van a hacer lo mismo. Y en el caso mío puntual, que es lo que me compete, me metieron la mano en el bolsillo”.
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