Martín Rivas agradeció el apoyo para la recuperación de su hijo Gaspar
"Padres de los que tiraron piedras no aparecieron", dijo cuando se le preguntó por la reacción de los adultos a cargo de los agresores identificados. Los amigos del adolescente que se recupera en el Santojanni ya fueron a visitarlo.
“Gaspar está muy bien, en el avance de su cuadro y comparado a la situación de la que salió de San Pedro el domingo pasado”, dijo el papá de Gaspar a minutos de haber regresado a San Pedro tras una semana de acompañar el proceso de recuperación de su hijo.
Entusiasmado con la evolución y prudente con lo que resta de recuperación, Rivas habló de agradecer a todos los que se solidarizaron con su familia y ayudaron. Especialmente a los que esperaban en el Hostel “estoy con los amigos (N. de la R.: de Gaspar), justo en una mesa charlando”. Dijo que el grupo que integra incluso su hija Valentina y que “adoptó a Sara”, la hermana menor de ambos; nunca se separó. Lloraron juntos, durmieron allí y siguieron minuto a minuto la recuperación. “El avance es casi milagroso, tuvo mucho pero mucho que ver la operación que recibió el domingo pasado y bueno con una capacidad de él, de tomar cada oportunidad para mejorar, para poder primero alejarse de la muerte; después lograr despertar de un coma y respirar por sus medios, salió muy rápido de terapia intensiva”.
Con la mirada puesta en el próximo lunes cuando podrían recibir el alta para regresar a la ciudad, explicó: “hoy está trabajando día a día para ir recuperando algunas de las funciones que por el daño y por la lesión se vieron afectadas, como parte del habla, es el hemisferio izquierdo el qué está golpeado, parte del trazo fino que tiene que ver con generar el pensamiento y poder escribirlo. Bueno eso el día martes era una situación un poco más compleja, hoy Gaspar está desconectado por el momento, caminando por el hospital, con permiso para salir hasta la plaza, comiendo recuperó el sabor, hay un montón de avances que la verdad son increíbles”.
A la hora de recordar cómo y cuándo se dio cuenta de la gravedad del cuadro, el papá de Gaspar señaló: “Gaspar estaba lúcido, estaba haciendo la denuncia con normalidad, hablando de lo que había sucedido en ese momento, y se descompone normalmente, con náuseas, vomita pero seguía lúcido, entramos al hospital y él seguía lúcido, intercambiaba chistes con las enfermeras pero no me gustaba la mirada y ahí es donde empiezo a moverme. El domingo 8.30 de la mañana, a mensajear, a buscar un neurocirujano de San Pedro por si hacía falta, a ver si había algún quirófano disponible y cuando entran a la tomografía, asistido por la doctora de terapia intensiva, ahí se desencadenó todo. Me dice le quedan dos horas a Gaspar, se nos va Gaspar, ahí fue cuando se nos vino todo abajo, que tuvimos que enfrentar la frialdad de seguir generando un protocolo, en este caso en la ciudad de Buenos Aires, teníamos un helicóptero a disposición que no lo llegamos a usar porque la ambulancia iba tan rápido que no tenía sentido frenar”.
Si bien Gaspar recuerda lo sucedido y se sorprende por algunos detalles como el del momento en el que le cortaron la remera para poder intubarlo, le recomiendan comenzar a recuperar paulatinamente la serenidad que requiere su rehabilitación completa. Por eso, quienes estaban con él en el momento en que le asestaron el golpe que casi le cuesta la vida con un elemento contundente pasaron el domingo, el lunes, “los chicos no paraban de llorar y entre ellos se iban conteniendo, fue muy fuerte para ellos también, algunos ni fueron a la escuela y bueno, toca volver a retomar sus actividades, continúa la vida, hay que tomar esto como un aprendizaje general, para toda la sociedad también, para los adolescentes, hay mucho que enseñar para que esto realmente empiece a cambiar de verdad”.
Llega el momento de hablar sobre el comportamiento de los adultos, padres y madres de todos los chicos que asistieron a la Retru Fest organizada en Paraná o a cualquier otro sitio donde se desencadena la violencia. “Mucha gente conocida como gente que ni nos conoce conmovida, que se pone en el lugar de nosotros, que generaron esa empatía y se acercaron y realmente nos sirvió muchísimo como apoyo, a veces uno piensa que es solo un mensaje pero es un montón, y hay que pensar que fueron miles, pero gente, adultos o mayores relacionadas con este hecho, ni una solo, sólo los padres de los amigos de Gaspar pero padres de los que tiraron piedras no aparecieron”.
La justicia de menores tiene identificados a los agresores y las imágenes para la reconstrucción de los hechos que no sólo suceden en la noche o la madrugada. Las escuelas son a diario escenario de episodios graves sobre los que se guarda un peligroso silencio.
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