“Llegué de trabajar y hay baja tensión, no tiene fuerza el calefón ni para bañarme”, se quejó Carlos, un vecino de las 150 viviendas que cada noche de la última semana envió a La Opinión una imagen de completa oscuridad para graficar los problemas que viven en el barrio con constantes cortes de luz.

De noche, las luces de la vía pública en algún momento se apagan. De día, nadie sabe con certeza cuándo va a dejar de haber suministro eléctrico. “En la última semana conté 6 cortes y tengo miedo por mis electrodomésticos, porque si se queman quién me los paga”, añadió otro vecino, del #905. El reclamo se extiende a zonas aledañas e incluso afecta a manzanas particulares.

Aldana vive en Javier Rivero al 2000 y contó su situación el jueves: “Van como tres días seguidos que tenemos baja tensión y después se termina cortando. Nos pudimos comunicar con Coopser. Dicen que pasa por la cantidad de casas que están conectadas clandestinamente. Desconectaron un montón, pero se volvieron a enganchar”, aseguró.

“Yo reclamo porque pago. Que haya engachados perjudica a los que pagamos. Que la Coopser se ponga en modo policía o no sé”, consideró Carlos en diálogo con La Opinión.

En Benefactoras Sampedrinas y Nieto de Torres, también se quejaron. “Es la quinta vez que se corta en esta semana y es sólo una cuadra que se queda sin luz, lo arreglan, funciona unas horas y se vuelve a cortar. Coopser me responde que se corta por tantos enganches y que no lo pueden resolver. ¿No habrá alguna solución?”, se preguntó #006.