La nota publicada el lunes pasado, en la que La Opinión expuso la inquietud respecto de qué se puede hacer para preservar el arbolado y aprovechar adecuadamente las naranjas amargas de la vía pública fue una de las más leídas de esa jornada y, por supuesto, generó multiplicidad de opiniones entre los lectores que hicieron sus sugerencias para no desperdiciarlas. 

En pocos días, periodistas de este medio entrevistarán a una docente que informó sobre el uso que en su escuela hacen de los cítricos de la calle para un proyecto educativo. Mientras buscamos la nota, compartimos lo que publicaron oyentes y lectores.

Algunos se indignaron con la situación, como Julio que expresó: “Se las deja pudrir en la calle” y otros recordaron a la empresa Arco de Oro, como Olga que dijo: “Dulce como hacía Arco de Oro” o Martín que trabajaba allí y comentó: “Si habré juntado esas frutas, pero bueno, cómo está la economía la fábrica para la que juntábamos cerró, una lástima”. 

Y otros sugirieron usarlas para preparar dulces. Corina preguntó: “Podrían llevarlas ¿quién hace dulces caseros?”. Marita agregó: “Si se puede a mi me servirían para dulce” y Elda coincidió: “Se puede hacer dulce”. 

Por otro lado, Rocío que ya hizo sus preparaciones comentó: “Yo hice budines para mi casa. ¡Exquisitos!”. 

Carlos además de proponer hacer dulce con los frutos comentó: “Yo también hice dulce y además le dejé a la gente de Rey una propuesta para que le den uso industrial como se hacía antes a nivel municipal”. 

Muchos también recordaron la utilidad que le daban a las naranjas los estudiantes de la escuela 502, Luis comentó: “Creo que los alumnos de la escuela especial 502, lo usaban para fabricar mermeladas” y se sumó Andre que agregó: “Los alumnos/as de química de la escuela técnica elaboran esencias, golosinas, y demás productos con naranjas”.

Las recetas no tardaron en llegar de la mano de Beatriz que explicó: “Yo hago jalea. Pongo a hervir 12 naranjas amargas en 5 litros de agua, después paso todo por un colador, tiro la pulpa y le agrego 800 gramos de azúcar. Queda riquísimo”.

También están los que se lo tomaron con mucho humor, como Leo que dijo: “Algunos jóvenes las utilizan a la salida de los boliches como proyectiles contra sus propios amigos” o los que aprovecharon para hacer chistes como Braian que agregó: “Dásela a un hincha de River que no siente la amargura”.