“El día de ayer arrancó mal. 6% de inflación por mes, multiplicación de ñoquis, policía muerto por un loquito, huelga de subtes y millones de personas varadas, Rosario en llamas, disminución de ingresos por sequía, empresario (asesor del gobierno) que propone nuevos impuestos, y otros varios etcéteras… No estaba para seguir oyendo radio, ni mirando la tele. Salí a caminar, pese a “la calor”, y veo una larga y apretada doble hilera de personas, mayoritariamente jóvenes, que ocupan todo el espacio de calle Las Heras (entre Uruguay y Sarmiento), doblan por Uruguay y siguen dos cuadras más, hasta muy cerca de la Escuela N°6… No menos de 600, bajo un sol implacable. Pregunté qué pasaba y me responden: “Es para la inscripción de nuevos cursos”… En el mejor estilo de Catita, pensé en voz alta: “Lo queeeé?”, porque no es habitual que tanta gente haga fila no para recibir una limosna, sino para aprender a trabajar. Busqué el inicio de la cola y me mandé hacia el interior del Centro de Formación Profesional 401. Una señora entendió mal mis intenciones y con toda justicia, me dijo: “Mire, maestro; si usted quiere colarse, lo sacamos de una oreja. Yo estoy aquí desde las dos de la tarde”. Le respondí que no era esa mi intención, pues yo sólo buscaba una foto. Después me quedé un momento conversando con ella, y regresé hacia el comienzo de la cola. Hablé con varios postulantes, y en todos había un común denominador: esperanza. Les suena esa palabra? Realmente, me emocionó. Ayer, 600 sampedrinos me demostraron que no somos un pueblo de haraganes. Que no vamos en busca de un plan, o del apoyo interesado de un puntero. Queremos un trabajo digno, y hemos entendido que capacitándonos, será más fácil lograrlo. Parejas jóvenes, con chicos en brazos, bajo el rayo del sol, un día 14 de febrero. Bueno, este es el otro San Pedro, el que no vemos habitualmente, el San Pedro de la autoestima y de la dignidad. 600 personas (si no eran mas) buscaban inscribirse en una veintena de cursos de capacitación gratuitos en los siguientes rubros: Cosedor a mano y a máquina, confección de bolsos y mochilas, tornero, auxiliar mecánico del automotor, capacitación en cosmetología, peluquero unisex, montador electricista, electricista instalador, estampado múltiple, bijouterie, cocinero para comedor escolar, modista para taller, bolsillero, albañil en construcción tradicional, operador de informática de oficina, técnico de diseño grafico en sistemas informáticos, panadero, maestro pizzero, rotisero y cocinero. Seguí caminando, pero el abatimiento inicial había desaparecido… La tarde de ayer me regaló un hermoso sueño, y espero que la realidad no lo haga trizas-“…
Mensaje de Roberto posteado en la página “Amigos del Patrimonio Cultural”.
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