Noche de robo, tiros y violencia
El asalto y posterior tiroteo en las puertas del supermercado Mil Uno provocó desconcierto y temor entre clientes y transeúntes. Un policía recibió tres disparos. Un joven de 22 años fue detenido como único sospechoso del hecho.
Un policía y un delincuente resultaron heridos al protagonizar un grave incidente en plena vía pública y ante la mirada atónita de quienes se encontraban o pasaban ocasionalmente por el lugar.
El hecho se produjo pasadas las 20.00 del domingo en la vereda del supermercado Mil Uno, ubicado en Juan B. Justo, entre Mitre y Pellegrini. En el maxikiosco ubicado al lado del citado comercio, ingresó una persona armada y tras intimidar a la joven que atiende en el lugar se apoderó del dinero disponible en la caja.
Este hecho puntual duró muy pocos minutos, aunque alcanzaron para atemorizar y amenazar con violencia a la víctima.
Lo particular del caso fue que en ese mismo instante, en el comercio lindero, alguien advirtió lo que estaba sucediendo y alertó a quienes se encontraban comprando.
Allí apareció en escena Alan Arocena, un efectivo de 30 años que pertenece a la policía bonaerense y que se desempeña en la Comisaría de Baradero, quien decidió intervenir de inmediato, saliendo a la vereda y exigiendo al delincuente que depusiera su actitud.
Lejos de obedecer lo solicitado por el efectivo, el sujeto emprendió su huida en sentido a la calle Mitre, disparando con su arma contra el efectivo. En ese momento se produjo un intenso intercambio de disparos en plena calle, mientras el delincuente continuaba escapando del lugar. A raíz de la balacera provocada, Arocena recibió tres disparos de bala que milagrosamente no produjeron heridas mucho más graves, ya que fue alcanzado en una de sus piernas, una mano y la axila. El policía quedó tendido en el piso visiblemente herido, mientras algunas personas intentaron en vano dar alcance al sujeto que robó y disparó.
De inmediato, la zona se pobló de personas que no entendían por qué tanta violencia en una ciudad como San Pedro, y que un vecino, que había concurrido a comprar junto a su esposa embarazada de ocho meses, debió pasar por semejante momento, más allá de su heroica intervención.
A medida que avanzaron los minutos se fueron atando cabos y sumando datos a la investigación, ya que existían algunos testimonios determinantes para dar con los autores. Mientras el policía ya se hallaba internado en el Hospital local donde fue asistido por las heridas sufridas, se presentó por sus propios medios un joven que acusaba haber recibido dos impactos de arma de fuego en la parte baja de su cuerpo. Así, se pudo determinar que se trataba de quien momentos antes había protagonizado el tiroteo.
El joven fue identificado como Gabriel Páez, de 22 años, con antecedentes y un futuro por demás de complicado. En la tarde del lunes, personal de la Comisaría, aún a cargo del Comisario Gustavo Blanché, efectuó un allanamiento en una vivienda ubicada en inmediaciones del Club La Esperanza, donde halló una bermuda que presentaba manchas de sangre, las mismas que podrían haber sido producidas por las heridas sufridas por los disparos.
Páez, se encuentra internado con custodia policial y a disposición de la Fiscalía Nº 5 de nuestra ciudad.