“Trabajo desde las sombras desde hace casi 30 años, dedicándole a la causa gran parte de mi vida, sin ayuda, o con muy poca ayuda en cuanto a gente, a políticos y ni que hablar haciendo malabares hasta para hacer un viaje a fin de perfeccionarnos”, dijo una de las principales referentes de la lucha contra la violencia de género y fundadora de la Mesa Local creada en cumplimiento de una ordenanza de su autoría.
Decepcionada por la falta de contención, asistencia y recursos que se destinan a las víctimas que recurren en procura de ayuda cada vez que se cierran puertas o se dificulta el acceso a la protección, el sábado expuso la situación de vulnerabilidad del sistema y los engranajes que podrían haber avanzado con sólo dar cumplimiento a las normas y protocolos vigentes. Recordó gestiones, promesas y hasta el subsidio de medio millón de pesos que el año pasado entregó la gobernadora para la construcción de un refugio.
La exconcejal también compartió conclusiones sobre su paso por la actividad política en la que estrechó filas con los movimientos que lideró Elisa “Lilita” Carrió.
“Lo entendí, con gran dolor: que para subsistir en ella (N. de la R.: la política) hay que ser simpática, ocurrente, hipócrita, falsa y, por supuesto, olvidarse de las palabras ética y moral; pero enojarse y mandarle carta documento a quien osare dudar de la nuestra o en el peor de los casos poner algún dinerillo a alguno para que salga a hablar bien de nosotros, siempre hay alguno que se deja comprar”, dijo en otro tramo de su reflexión.