Oficinas de quejas: las ratas del zanjón de Depietri y Obligado que invadieron una casa vecina
La profunda zanja data de décadas y el crecimiento poblacional hizo que se alterara el desagote natural de todo un barrio. Unos 200 metros quedaron al descubierto, con malezas, olor nauseabundo y desperdicios de la fábrica Blasón, indicó el vecino que protestó. Hoy es una madriguera y su casa está invadida por los roedores.
El padecimiento de César, que hace 45 años vive en inmediaciones de la esquina de Eduardo Depietri y Rafael Obligado, se ha vuelto intolerable.
Su casa estpa invadida por las ratas que provienen de un profundo y añejo zanjón, que corre desde esta esquina hacia la calle 24 de Febrero.
“Estábamos limpiando la casa y aparecieron las ratas, provenientes de un zanjón que tendría que estar tapado hace años”, le dijo a Lili Berardi en el programa Sin Galera.
César explicó que quedaron 200 metros sin tapar de esta profunda zanja. El resto sí está cubierto, pero por un asentamiento ubicado detrás de la cancha del Club Defensores Unidos. “Construyeron arriba y todos los deshechos que vienen de la fábrica Blasón caen en este zanjón”, describió el vecino.
“Es una pudrición de ratas, mugre y olor. Parece que las ratas se han hecho inmunes al veneno”, acotó.
El zona durante muchos años fue desagote natural de una amplia franja del otrora barrio Arco de Oro. El drenaje corría hacia este lugar y otra parte por la calle Maestro Reina, que en años anteriores se inundaba por la falta de desagües. La de Obligado presentaba complicaciones en días de precipitaciones copiosas, por lo que se prolongó la misma atravesando terrenos privados en dirección a Crucero General Belgrano.
En los últimos años otras mejoras complicaron más algunas cuadras, quedando el pavimento arriba de las veredas, donde no existe cordón, solo la cuneta. Y eso se refleja también sobre Depietri -pasa frente a la escuela y al jardín de infantes-, cuando el agua baja hacia Obligado.
“Antes el agua corría, pero ahora está estancada. Estuvo la Municipalidad con la máquina limpiando, pero lo que limpia es la mugre de la fábrica”, dijo César, quien agotó todas las instancias: llegó a hablar con el intendente Cecilio Salazar. “Me dijo que estuvieron hablando con los que viven atrás de la cancha de Defensores lo sacaron cagando”.
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