Oficios Extraordinarios: Mario Penduzzu, la "llave" maestra de la cerrajería
Hace 40 años que el sampedrino decidió forjar su historia en torno a un taller de motos y más tarde a las cerraduras y herrajes. Hoy, ya retirado cómo fue el dejar atrás el negocio y legar el oficio a sus sobrinos. De raíces italianas, la familia es un emblema.
Aún no existían las plataformas online y por ende en ese momento todo iba y venía de la mano de los comisionistas que viajaban desde las ciudades más grandes a traer productos de todo tipo.
Corría el año 1970 cuándo la familia Penduzzu decidió comenzar con un pequeño local de repuestos de motocicletas. En ese período, un viajante conocido les sugirió comenzar con el negocio de las copias de llaves, ya que, en la región, no había un comercio que se dedicara a ese rubro. Ese consejo les valió abrir, cerrar y cuidar con destreza “la llave de la felicidad”.

"Comenzó todo artesanalmente", explicó Mario Penduzzu porque "en esa época no había nadie que te enseñara, así que mi hermano inició haciendo todo eso solo".
Contó que tras cumplir con el Servicio Militar Obligatorio, inició su camino en el oficio bajo la mano maestra de su hermano quien le enseñó poco a poco el oficio.
Fueron pasando los años, y la simple refacción de llaves se convirtió en la fabricación y venta de cerraduras, candados, herrajes, manijas y llaves.
El pequeño negocio familiar fue transformándose paso a paso en uno de los más emblemáticos de la ciudad y hoy en día ir a comprar una cerradura o una llave a “lo Penduzzu” se convirtió en una garantía de responsabilidad y calidad.
Es que los ancestros dejaron huellas profundas y cuesta ahora identificar en diferentes locales a la descendencia, pero escuchar a Mario no es más que recorrer los pasos de los inmigrantes que llegaron a la Argentina a forjar un país próspero.
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