Un carribar instalado desde alrededor de seis años en la zona de Lucio Mansilla al 700, entre Combate de Obligado y La Laguna, volvió a ser objeto de polémica este miércoles cuando el propietario del terreno donde está ubicado se ofuscó porque estaban preparando todo para la instalación de un medidor de electricidad.

El comercio pertenece a Juan Carlos Barrios y su hijo Alejandro. Había sido autorizado en su momento como puesto de venta de artículos regionales pero rápidamente se convirtió en un carribar, un tipo de negocio que está prohibido en San Pedro, con excepción de unas pocas zonas autorizadas y para las que hay que competir en licitación pública.

Mariano Valentini es propietario de un terreno ubicado en esa zona y asegura que el carribar está dentro de su propieadad. Barrio sostiene que no, que está en donde estaría “la vereda”, es decir en espacio público.

Este miércoles, el debate entre ambos se profundizó porque Barrios había construido un pilar para instalar un medidor de electricidada para el carribar y Valentini se lo tiró abajo.

En febrero de 2020, La Opinión había estado en el lugar porque los Barios reclamaban ante la intimación de Inspección para que retire el puesto, porque carecía de habilitación vigente.

En efecto, había dejado de pagar la sisa correspondiente para la venta “ambulante” que le permitía tener el puesto de “artículos regionales”, por lo que la Municipalidad procedió a ordenarle que se retire.

En ese momento, Barrios expuso la autorización que había logrado para ubicar allí el puesto y el permiso firmado por Servicios Públicos para que Coopser le instalar un medidor monofásico, aunque esas autorizaciones ya carecían de validez porque la habilitación había expirado.