El estafador QR sigue haciendo de las suyas. A pesar de la difusión de su modalidad delictiva, continúan apareciendo víctimas que caen en su trampa.

La semana pasada le tocó a una emprendedora que comercializa comidas caseras, a quien le encargó un pedido y le envió un comprobante de transferencia que resultó ser falso.

“Se hizo llamar Mauricio, con una foto de un gendarmen”, contó la víctima. El estafador le dijo que le dejara el pedido en “en la entrada de Pesca y Casting, que dejaba la ventana abierta”.

“Por obtener una venta ni pensé”, señaló la emprendedora. El delincuente le envió por WhatsApp el comprobante de la transferencia, pero el dinero nunca impactó. “Cuando voy al chat, ya me había bloqueado”, señaló la víctima.