Otro destino para el predio de la vieja planta depuradora: firmaron convenio con Senasa para construir oficinas
El intendente firmó un comodato por 20 años con ese organismo nacional, que ahora debe refrendar el Concejo Deliberante. Son 300 metros cuadrados al lado del jardín Frutillitas que Senasa utilizará para el funcionamiento de sus dependencias.
El Gobierno local decidió darle destino al abandonado predio de la exdepuradora, donde alguna vez se proyectó una escuela y donde la Uthgra quería instalar un centro de capacitación. El intendente firmó un convenio con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para construir oficinas.
El Concejo Deliberante recibirá en la próxima sesión el ingreso formal del expediente que contiene el comodato que el jefe comunal Cecilio Salazar firmó con representantes del organismo nacional para que construya dependencias para su funcionamiento en ese predio, ubicado al lado del jardín Frutillitas.
El comodato es por 20 años con posibilidad de prórroga de otros 10 y es intransferible a terceros, tanto de manera total o parcial. El predio tiene 300 metros cuadrados y corresponde al lote ubicado justo donde calle Arnaldo termina en Rómulo Naón, es decir donde está el edificio de la exdepuradora.

El acuerdo “tiene por objeto la consutrucción de oficinas para el funcionamiento del Senasa”, que se compromete a “la presentación del proyecto”, que deberá ser aprobado por Obras Públicas. Una vez que ello suceda, la obra deberá comenzar antes de los dos años de la puesta en vigencia del convenio por parte del Concejo o quedará sin efecto.
Senasa deberá disponer vigilancia y seguridad interna y tendrá a su cargo limpieza, conservación y control de servicios sanitarios, así como control, mantenimiento y pago de los gastos de los servicios como luz, agua, telefonía, etc.
El comodato fue firmado por el intendente Cecilio Salazar y el director generl técnco administrativo de Senasa, José Luis Fuentes, el 18 de abril pasado. Ahora, cuatro meses después, el Gobierno local envió el convenio al Concejo Deliberante para su tratamiento, puesto que lo suscripto es ad referendum del cuerpo legislativo local.
El predio de la ex planta depuradora tuvo como primer destino en el Gobierno de Salazar un edificio escolar para albergar a la secundaria 13, que todavía funcionaba en el piso superior del Industrial. Una reunión de la Unidad Ejecutora de Gestión Distrital (Uegd) decidió, aun con la comunidad educativa en contra, que esos estudiantes vayan al edificio nuevo de la excancha de Banfield, donde iba a ir la secundaria 7, a la que se reubicó en los terrenos de Papel Prensa, un proyecto que nunca se puso en marcha.
Esa decisión de la Uegd, impulsada por los consejeros escolares que respondían a Cecilio Salazar, allanó el camino para el proyecto de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), que había presentado una propuesta para un centro de capacitación en ese predio, de la mano de Argentino Geneiro, segundo de Luis Barrionuevo en ese sindicato con el que tiene vículo estrecho la entonces directora de Turismo, Marcela Cuñer.
El plan de Uthgra era crear una Escuela de Capacitación en Gastronomía con salón de eventos y trasladar allí el Centro de Formación Profesional 403, que funciona en la sede del sindicato y que coordina Gabriela Cuñer, hermana de la exsecretaria de Turismo y Cultura.
El entonces secretario de Legal y Técnica, Ramón Salazar, había dado visto bueno a la cesión de ese espacio al sindicato, y el expediente comenzó a circular por las distintas áreas del Municipio. El texto decía que era “intención del señor intendente, en caso de ser feactible, concederle el referido inmueble” a la Uthgra. Eso fue a mediados de 2016, pero el proyecto nunca avanzó.
Antes de Salazar, una de las propuestas para el predio de la exdepuradora fue un ambicioso proyecto diseñado por el equipo de Obras Públicas de la gestión de Fabio Giovanettoni como concejal al frente del Poder Ejecutivo tras la renuncia del intendente Pablo Guacone, en 2015.
Los arquitectos Carlos Codern, Santiago Barcelo y Silvina Penino diseñaron la maqueta de un edificio para el Conservatorio de Música Carlos Guastavino, que todavía funciona en una sede alquilada. Como no había fondos en ese momento para llevarlo adelante, pensaron el proyecto para que próximas gestiones municipales y provinciales evaluaran su viabilidad y financiamiento, cosa que nunca ocurrió.
La abandonada planta depuradora es un verdadero basural al que con periodicidad debe concurrir alguna dotación de Bomberos Voluntarios ante incendios inencionales de los residuos que vecinos arrojan de maner indiscriminada en su interior.
También ha sido objeto de denuncias por la presencia de delincuentes que esconden objetos robados o descartan elementos, y hasta fue sede de “aventuras” de adolescentes que recorrían sus instalaciones para filmarse en plan “recorrida de lugares abandonados”.
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