Para mí Maestra
Hoy la noticia llegó a mis oídos, se despide una maestra en la escuela por unos instantes pensé quien será como no queriendo que sea ella. Recuerdo el primer día en que llegué todavía hoy tengo la misma sensación de cuando aquel día la miré con miedo y ella me calmó con su alegre sonrisa. Supo tener esa paciencia hoy añorada de enseñar sin nunca a nadie retar de comprenderte sin preguntar qué te pasa de hacerse querer con su dulzura y bondad. Este timbre final llegó muy profundo como siempre duró unos pocos segundos pero guardará tantos recuerdos en esta escuela que no queremos dejar de oírlo jamás. Uno al despedir siempre busca reemplazar el cariño que se va, por otro que llegará pero esta despedida es muy especial, porque como vos, jamás habrá otra igual. Gracias Marta, por haber sido mi maestra. Me queda sólo el sabor amargo de saber que mi hija no tendrá jamás una maestra como vos, como la que tuvo su papá, y que tu ejercicio en una escuela de campo, demostró valores que hoy son casi imposibles de encontrar. Adrián Macenet Un ex alumno Escuela N° 12