Pos triunfo, el palista dialogó con La Opinión y contó sus sensaciones al mismo tiempo en que hizo un minucioso análisis de la encuesta: “Al final le tomé un poco el gusto porque hubo un montón de amigos y afectos que hicieron que uno ganara. La realidad es que hay un grupo de cinco o seis deportistas que son de elite y después venimos otra tropa atrás. Era lógico que iba a tomar un vuelco como este cuando entraron a votar por la amistad, no hay un sentido común en esto sino habría ganado otra persona”.
En la misma sintonía, admitió que “haber estado en el grupo de 32 era un mimo al corazón” y que le comentó a su esposa, Evangelina Cappa, que lo que realmente se “valora” son los “amigos que se dedicaron a hacer una campaña”. Y agregó: “También más de la mitad de la gente que me votó no me conocía pero que seguramente tenía afecto con aquel que la contactó para que me vote a pesar de que no me conocía. Fue el lazo que hubo entre el último que votó que ni me conoce con los más cercarnos, una locura”.
Además, Ortíz sostuvo que trató de “no darle tanta importancia” porque “sabía cómo era” y que lo avergüenza explicar a quienes lo “saludan” que no es el mejor sino que “hay muchos mejores deportistas” y que cada uno “hace su esfuerzo”.
Acerca de quién es, según su punto de vista, el más importante de la historia, analizó: “Yo tengo muy claro que a mi forma de ver hay un deportista que sobresale por los demás que es Julio (Alsogaray), que yo se lo dije, a pesar de que se puede discrepar con otros. Eso era sentido común, porque si por ejemplo se hubiese cruzado con alguno de mis amigos por ahí no lo votaba tampoco a pesar de que sabía que Julio era el mejor”.
Por último, reiteró que se puso “contento” y dejó en claro que haber sido votado como el más importante de la historia no se le “sube a la cabeza”. Y cerró: “. Agradezco a La Opinión por haberme incluido en ese grupo de 32. Después lo tomé como un juego y la realidad es que me divertí muchísimo”.