Poda controlada: Miguel Ginart asesoró al municipio para recuperar las lagerstroemias de calle Mitre
La poda de varios ejemplares en calle Mitre fue sugerida por el conocido viverista. Los árboles de 191, la poda de Coopser y su pasión por las plantas en una nota de Radio Cuarentena.
Varios vecinos alertaron a La Opinión sobre la presencia de “podadores de Coopser o de la Municipalidad” cuando vieron despojadas de ramas las plantas que tienen en sus veredas. “Había mucho clavel del aire y teníamos que salvarlas”, dijo Ariel Alvarez, desde Servicios Públicos al recibir la consulta periodística que conlleva el temor por la mutilación de gran parte del arbolado público a manos de la Coopser.
“Nos está asesorando Miguel Ginart y contratamos gente para hacer el trabajo”, agregó el funcionario y admitió que habría otras tareas en otros sectores de la ciudad.
Esta mañana, el reconocido viverista trajo la calma cuando se refirió a las especies que se cargan de flores cada año cuando se accede por calle Mitre. Sucede que en algunas cuadras aún se preservan varias plantas de lagerstroemias a las que había observado sumamente débiles por la presencia de plantas parásitas y entendió que lo mejor sería aprovechar los últimos días aptos para concretar la poda controlada.
“El año pasado ya lo había visto pero ya era tarde”, indicó Ginart y recordó los tiempos en que colegas italianos venían a la ciudad a llevarse estas plantas en todas sus variantes de colores. Durante el programa también habló de la tarea que desarrolla con los retoños del pino de San Lorenzo y recordó que muchas veces se ha ofrecido a donar plantas par las calles de la ciudad.
No se privó de opinar que los árboles de la ruta 191 deben ser eliminados para evitar accidentes y proponer un mayor cuidado de los ejemplares que aún se conservan. “Hay que ponerles un balde de plástico grande cuando se planta”, respondió cuando se lo consultó sobre que tipo de árbol hay que plantar en los frentes de las viviendas para evitar que se rompan las veredas. De todos modos admitió que es casi imposible que esto no suceda cuando el crecimiento es importante. A la hora de hablar de las plazas se refirió a la necesidad de atención permanente y riego constante para mantenerlas en condiciones.
“Ahora estoy jubilado”, señaló sin ocultar que su pasión sigue pasando por las tareas del vivero para las que se necesitan con urgencia injertadores, carpidores y gente habilidosa: “No tenemos recambio, Lilí”.
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