Polémica por la leche que entregan en las escuelas: “Es horrible”
En las cajas de los módulos alimentarios que reciben las familias de chicos que asistían a comedores escolares hay un paquete de leche en polvo marca "Santa Elene". Es el segundo mes consecutivo que llega ese producto. Una mamá dijo que "es horrible". En el Consejo Escolar evaluaban enviarla a analizar porque hubo quejas.
Entre los alimentos que aparecen en los módulos alimentarios que reciben las familias de chicos que antes asistían a los comedores escolares está incluido un paquete de leche en polvo. Desde el mes pasado entregan de la marca “Santa Elene” y hay polémica porque aseguran que “es horrible”.
La leche que elabora la empresa La Blanquita, radicada en Entre Ríos, es más barata que la de otras compañías y llegó al Servicio Alimentario Escolar a propuesta de un distribuidor local que ganó la licitación y que consiguió ese mejor precio para la compulsa.
Quienes reciben desde el año pasado los alimentos del programa provincial aseguran que el producto no tiene nada que ver con lo que les llegaba hasta el mes pasado, primero en que apareció el paquete de “Santa Elene”.
Las quejas llegaron al Consejo Escolar y a Bromatología. Incluso hubo análisis en un laboratorio particular y desde una iniciativa privada enviaron a hacer otro al Instituto Nacional de Tecnología Industrial, cuyos resultados indican que si bien los parámetros pueden estar dentro de lo permitido son bajos en relación a otras marcas.
El Consejo Escolar y Bromatología local evaluaban la posibilidad de enviar muestras a analizar para tener un respaldo oficial ante la duda generada. De la misma manera, podrían disponer un control más exhaustivo sobre los productos que se entregan en las escuelas, teniendo en cuenta que su destino es nada menos que niños y adolescentes.
En la puerta de la escuela 4, una mamá fue consultada por La Opinión respecto del producto. Sus consideraciones sumaron a la polémica y a las dudas generadas en torno al tema. Fue lapidaria: “Es horrible”, sentenció.
“Ya el mes pasado recibimos esta leche. No es buena, es horrible. Tiene sabor, pero mucho no le podés echar porque si te pasás, queda horrible; si le ponés de menos, también”, describió.
“La leche la preparamos con agua tibia pero el problema es el gusto. Es feo. Es horrible””, dijo la mamá.
Quienes conocen el universo lácteo sostienen que una leche en polvo de estas características, para que su consumo sea considerado entre niños y adolescentes en edad escolar a los que el Estado asiste porque tienen carencias alimenticias, debe tener al menos “26 de grasa, 25 de proteína, 36 de lactosa”.
“Estamos hablando de chicos a los que se les da alimentos porque lo necesitan, eso es lo que hay que tener en cuenta, más allá de lo que diga la ley”, consideran quienes conocen del asunto.
Si está por debajo de esos parámetros, aun dentro de lo permitido por la normativa vigente, aseguran, se trata de un alimento de baja calidad.
“La probé y es un asco, una porquería. Lo abrís al paquete y te das cuenta. Es una vergüenza, esto es el extremo. Es malo, malo en serio”, aseguró un conocedor de la industria láctea cuya opinión abonó a la polémica desatada.
La leche en polvo de la marca “Santa Elene” pertenece a la empresa entrerriana “La Blanquita”, que además produce otros alimentos como leche chocolatada, queso rallado, alimento a base de queso rallado, sustituto lácteo para pequeños animales, medallones de carne, entre otros. En el paquete asegura estar fortificada con vitaminas A y D.
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