Preocupa al Gobierno la presencia de menores en los boliches
El domingo por la madrugada, una vez más, fue clausurada una disco en la que había adolescentes menores de edad. La sanción del Juzgado de Paz permite que el fin de semana próximo vuelvan a abrir. En el Ejecutivo analizan la situación.
Aunque la ley de Nocturnidad es estricta y los controles parecen recobrar su inflexibilidad, la presencia de menores en los boliches sigue siendo tema de debate y motivo de clausura. Lo preocupante, acaso, es que las sanciones no son ejemplificadoras y pareciera que da lo mismo ser clausurado a cumplir con la normativa vigente.
El tema es una de las preocupaciones del Gobierno de Cecilio Salazar. El propio intendente se expresó públicamente al respecto en varias oportunidades, a favor de hacer cumplir la ley sin ambages.
Sin embargo, los menores de edad continúan en los locales de esparcimiento nocturno, Inspección y Policía los clausura por ello, el Juzgado de Paz los cierra por unos días, impone una multa y todo sigue igual.
Otra vez Valkyria
Ubicado en Balcarce al 200, el boliche Valkyria –antes Quillash, con el mismo titular, y espacio de actividad nocturna desde 1996–, es uno de los referentes de la noche sampedrina.
Como tal, es uno de los más concurridos. Acaso el más elegido por el público joven. Y por el público adolescente, el que no podría estar dentro de un boliche pasadas las 12.00 sino hasta cumplir los 18 años, según lo establece la ley de Nocturnidad vigente en la provincia de Buenos Aires.
El domingo por la madrugada, personal de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad que conduce Ángel Burgos llegó a Valkyria con fines de inspección, acompañados por efectivos de la Comisaría.
Según consta en el acta de infracción labrada a la hora de la clausura, en el lugar había menores de edad, volumen que sobrepasaba lo permitido, ausencia de decibelímetro y factor ocupacional desbordado.
Valkyria es uno de los boliches con mayor capacidad para recibir personas en su interior. Aun así, había más gente que la que puede tolerar de acuerdo a lo que establece la normativa.
La inspección estableció que carecía de ese medidor de sonido obligatorio que una ordenanza local determina debe instalarse en cada local de expansión nocturna, conectado al sistema de aud
io del local de manera tal que la música se corte al sobrepasar el volumen permitido.
Mientras que el máximo permitido es de 85 decibeles, en el patio, cuando los inspctores midieron el volumen, el aparato arrojaba un “98” como resultado.
El Juzgado de Faltas municipal interviene en el caso del decibelímetro, ya que es su competencia. En materia del cumplimiento de las prerrogativas de la norma provincial, le toca al Juzgado de Paz.
Ese organismo avaló el actuar de los inspectores y dispuso clausura preventiva por 72 horas a raíz de la presencia de menores de edad, que fueron restituidos a sus padres tras el operativo. La ley prevé multas que van de los 5.000 a los 30.000 pesos por esa infracción.
“Si la violación resultare reiterada, se duplicarán los montos de las multas, y se dispondrá la clausura definitiva de la instalación comercial”, dice el texto vigente.
En San Pedro, a pesar de las múltiples clausuras a los mismos locales por recibir a adolescentes que no podrían estar en simultáneo con mayores, no hubo clausuras ejemplares y mucho menos definitivas.