He decidido escribir estas líneas, haciéndolo público, superada por el hartazgo. Señores policías, concejales, funcionarios, inspectores, vecinos, etc., la manzana comprendida entre calles General Pueyrredón, Miguel Porta, Ayacucho e Ituzaingó se convierte los días viernes, sábados y vísperas de feriados, desde las 2.00 hasta las 5.30 de la mañana en la manzana del caos y del terror. Tierra de nadie. Adolescentes absolutamente alcoholizados, vómitos en las veredas, botellas y vasos desparramados, peleas callejeras, música del boliche ubicado en Ituzaingó 767 a niveles intolerables.
Madrugada del sábado 30 de junio, llamado al 101, 3.30 hs., Oficial Figueroa, buenas noches. Inocentemente relato mi preocupación. Por toda respuesta: “Señora, debe dirigirse día lunes a la municipalidad a plantear su inquietud”. Reflexiono: demasiada mi inocencia de pensar que se iba a solucionar algo.
Creo que la palabra adecuada es la sensación permanente de indefensión.
¿Dónde nos dirigimos? ¿Qué hacemos…? ¿Para qué pagamos nuestros impuestos? Me fluye verbalmente definir a las personas que deben tomar decisiones y actuar con respecto a estos temas como inodoros, incoloros e insípidos. Sin ánimo de agresión alguna, simplemente calificar conductas versátiles y evasivas.
Cansada de presentar notas, hasta expediente con cartas documentos a los supuestos dueños de dicho boliche, sin respuesta alguna.
Inspectores que siempre están dónde no son necesarios: 11.00 hs., esquina Butti, pero no se ven a las 3.00 en General Pueyrredón e Ituzaingó (por poner ejemplo de calles dónde existe el problema).
También creo que no es agua lo que corre debajo del puente. Llamo a todos mis vecinos (con muchos de ellos ya he conversado) a no soportar más el avasallamiento de nuestro merecido descanso del fin de semana, y sé que nos entendemos. Estoy convencida que nuestra racionalidad y moderación ya está al límite de la idiotez.
Susana Navines
DNI 11.691583
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