Estimada Lili: Nos dirigimos a Usted con el fin de hacer conocido el lamentable episodio que tuve que pasar junto a unas amigas el sábado por la noche, en el restaurante La Posta, cuya dueña es la señora Vives.
Cuando llegamos nos trajeron la carta, hicimos el pedido. Hasta ahí todo bien. Pedimos tres platos de ñoquis con carne, en uno de ellos un cabello; una porción de papas fritas y una milanesa de pollo a la Napolitana, una gaseosa grande y una cerveza.
La sorpresa fue cuando en lugar de milanesa de pollo a la Napolitana nos trajeron una pata de pollo rebozada; le dijimos que eso no era lo que habíamos pedido, así que nos retiraron el plato y nos volvieron a traer lo mismo pero esta vez sin jamón y queso, lo hablamos con otra moza para explicarle lo que habíamos pedido y nos dijo que lo hablaría en la cocina, porque ese plato era más barato.
Cuando pedimos la cuenta, la moza se acerca a la mesa y de manera verbal nos dice el importe, a lo que le pedimos la boleta, porque no sabíamos lo que estábamos pagando. La dueña del local nos manda dicha boleta, donde nos cobraba la milanesa a la napolitana que nunca comimos, hablamos con la moza, pero no hubo manera de que la dueña entendiera que no sólo teníamos que pagar algo que no comimos sino que eso no era una milanesa ya que nunca vimos una milanesa con hueso.
Realmente salimos muy indignadas del mal trato de esa señora con nosotros y con su propia empleada.
A mí siempre me dijeron que el cliente tiene razón, en este caso para nada fue así.
Ahora me pregunto, si en lugar de una milanesa de pollo le pedía una de ternera ¿pensaba traerme una media res a la mesa?
No entendemos cómo gente como esta señora puede estar al frente de un negocio, en ningún momento se acercó para preguntar cuál era el problema, que para nosotros era una simple equivocación. Queríamos comer lo que realmente habíamos pedido y pasar un buen momento, pero no fue así, puesto que nos mandó lo que ella quiso y en lugar de cobrarnos el plato que tuvimos que comer nos cobró el que retiró de la mesa porque era más caro.
Gracias Lili, lo queríamos contar para que la gente sepa dónde NO deben ir, porque nadie se merece que le falte el respeto. Queremos aclarar que la atención de la moza fue excelente, la única mal educada era la dueña.
Fieles oyentes: Alejandra, Susana, Iván, Joaquín
y Karina (DNI: 23.065.320)
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