Renunció el defensor oficial Pablo Vacani
El titular de la Defensoría Nº 2 concursó en la Justicia Federal de Santa Fe, por lo que dejó su cargo en el Ministerio Público bonaerense. Doctorado en Derecho Penal y Criminología, investigador en materia de pena y campo punitivo, supo ganarse respeto en la región por la abundante fuerza teórica de sus argumentos a la hora de plantear defensas, sobre todo para proteger las garantías constitucionales.
Renunció el titular de la Defensoría Oficial Descentralizada Nº 2, Pablo Andrés Vacani. Tras más de 10 años en el Departamento Judicial de San Nicolás, el reconocido defensor oficial concursó en la Justicia Federal de Santa Fe, por lo que dejó su cargo en el Ministerio Público bonaerense.
Vacani, que el 28 de febrero cumplirá 45 años, ingresó en la Defensoría General de San Martín a los 23. Un año más tarde se graduó como abogado y se desempeñó como auxiliar letrado primero y como secretario después en ese departamento judicial, hasta que en septiembre de 2012 asumió en el mismo cargo en la Defensoría General y luego fue designado en San Pedro.
Con la defensoría 2 sin titular, para subrogar los expedientes que se generen para esa dependencia fue asignado el titular de la Defensoría 3 de San Nicolás, Joaquín Castro, nicoleño que reside en San Pedro y que antes de recalar en esa dependencia fue segundo de Alejandro Ares en la UFD 1.
Vacani tuvo participación en casos muy importantes en los que su labor, de reconocida profundida teórica, permitió poner en duda investigaciones penales en las que a priori parecía haber elementos probatorios relevantes para condenar a los acusados y cuya tarea permitió desmontar lo que en varias ocasiones entendió como “pruebas plantadas” en el expediente.
Uno de ellos fue el homidicio de Gabriel Reyna. Fue el primer juicio por jurados para un caso local. El policía fue asesinado el 26 de noviembre de 2013 cuando dos delincuentes entraron a robar a la joyería Taibo, en pleno centro. Vacani demostró que se fraguaron pruebas para inculpar a los acusados, que sólo recibieron condena por el robo, pero no por el crimen.
A Vacani no le cerraba la trayectoria de la bala y pidió nuevas pericias. En el expediente obraba un proyectil calibre 22 como el que causó la muerte del agente. La nueva pericia demostró que el orificio era compatible con un alto calibre, presumiblemente una 9 mm.
Pablo Vacani es un funcionario judicial de reconocida carrera académica, más allá de su rol como defensor. Es docente, autor de artículos académicos publicados en prestigiosas revistas penales y su tesis de doctorado se convirtió en libro.
Se doctoró en Derecho Penal y Criminología con una tesis titulada La medida cualitativa del tiempo de prisión preventiva cuantificable a la pena. Una comprensión temporal del trato arbitrario en prisión, en 2013. Integró diversos equipos de investigación dirigidos por el exjuez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni y por el también reconocido especialista Leonardo Pitlevnik.
En esos equipos compartió tarea de investigación académica con la titular de la Defensoría 6 de San Nicolás, Celina Berterame, con quien en pandemia —y junto al propio Castro, la secretaria y el auxiliar de Ejecución Penal, Florencia Barrera y Patricio Porta— firmó un hábeas corpus para proponer el uso de celulares dentro la Unidad Penal 3 al considera que la comunicación con familiares debe ser parte de las condiciones dignas de detención.
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