El último jueves, entre tanta polémica y tensiones, el Concejo Deliberante sancionó de manera unánime el proyecto de ordenanza de Basura Cero que establece un plan, ya adoptado en varios lugares del mundo, con metas concretas que apuntan a disminuir gradualmente la basura llevada a disposición final o incineración.
Apuntando a crear comunidades seguras y saludables en donde los productos se diseñen mejor y todo lo que se deseche pueda reintegrarse de forma segura en el mercado o la naturaleza a través de la reutilización, separación en origen, el reciclaje y el compostaje, eliminando eventualmente la basura en lugar de seguir buscando nuevos sitios donde enterrarla.
Por ende, las estrategias incluidas en el programa de Basura Cero son las siguientes: reducir el consumo y los desechos; reutilizar los desechos; extender la responsabilidad del productor; reciclaje integral; compostaje o biodigestión integral de materiales orgánicos; participación de los ciudadanos; prohibición de la incineración de desechos.
Ahora toca el lugar de la sociedad, del ciudadano, de que todos nosotros revisemos críticamente nuestros hábitos de consumo y estilos de vida, de manera de procurar no generar residuos que podrían evitarse, ya que un plan de Basura Cero permitirá evitar los impactos de los basurales, rellenos e incineradores y proteger la salud de la población y el medio ambiente.
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