Los elementos secuestrados en la casa del exbombero Walter Alves el martes cuando la policía allanó un departamento del barrio Fonavi II complica aún más el futuro procesal del detenido.

Esas herramientas incautadas lo meten de lleno en otro caso y aumenta las sospechas sobre el hombre de 45 años que fuera detenido el 4 de enero pasado cuando junto a otros cuatro malvivientes asaltaron una propiedad en inmediaciones de la “Curva de la Muerte”.

Y no solo que aumentan las acusaciones en su contra sino también que se analizan las posibles conexiones que podrían existir con los diversos hechos cometidos en la región.

Ya era sabido que una familia que resultara víctima de un hecho cometido sobre la tuta 9 a la altura de Río Tala lo reconoció por haber estado trabajando en el lugar unos días antes del atraco y que un cómplice detenido había señalado la presencia de “un bombero pelado” en un hecho cometido hace unos dos años en la misma zona.   

Ahora, lo incautado en su propiedad está relacionado con el robo sufrido por la firma Solmi el pasado 10 de octubre cuando se llevaron todo tipo de herramientas y hasta un vehículo de las empresas. Si bien Alvez se desempeñaba como plomero y hacía todo tipo de changas, los investigadores sostienen que esas herramientas coinciden con la descripción efectuada por las víctimas.

Además hacen que se lo relacione con lo secuestrado en la casa de Sergio “Mangacho” Campodónico a quien se le secuestró distintos elementos que luego fueron reconocidos por los responsables de Solmi SA. Por este hecho la fiscala Viviani imputó al vecino domiciliado en el barrio La Tosquera por encubrimiento.

Si bien hasta ahora no se pudo establecer la participación de Alves y Campodónico en el hecho de esa fecha siempre existió la figura del “nexo” entre ambos.

En el caso de Campodónico, su abogado, Fernando Bogado, había aclarado que no tenía nada que ver con esos hechos y que las herramientas secuestradas en su casa eran de su propiedad para el trabajo diario.